El cultivo de algodón de Anibal Molina en su campo de Bragado ha motivado que el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) iniciara su primer monitoreo oficial contra la plaga del picudo algodonero en la provincia de Buenos Aires.
Tal acción implicó la incorporación de la provincia al Programa Nacional de Prevención y Erradicación del Picudo del Algodonero (PNPEPA) con un sistema de monitoreo preventivo de la plaga, tras ser considerada la más dañina del cultivo del algodón.
Según informó una gacetilla de prensa, profesionales del Centro Regional Buenos Aires Norte del Senasa instalaron trampas atrayentes en el cultivo con el consentimiento del propietario a quien reconocen como un investigador que ensaya distintas variedades de algodón en pos de evaluar su adaptabilidad y la posibilidad de cosecha en la pampa húmeda.
El trabajo en la zona incluyó el asesoramiento del Centro Regional Buenos Aires Norte del Senasa al propietario para lograr la inscripción del campo en el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (Renspa); de la desmotadora experimental en el Registro Fitosanitario Algodonero, y la emisión del Documento de Tránsito Vegetal electrónico (DTV-e) para el traslado del algodón y los subproductos, los fardos, que salen del campo.
Desde el Senasa se remarcó que el picudo algodonero tiene un enorme potencial de destrucción del cultivo y causa cuantiosas pérdidas económicas, e indicó que el PNPEPA define estrategias e implementa medidas fitosanitarias que contribuyen a la sustentabilidad del cultivo, al tiempo que trabaja en la supresión de la plaga en áreas con alta infestación y en evitar su dispersión hacia las áreas libres.