El partido vecinalista Acción para el Desarrollo emitió una gacetilla de prensa para informar los avances que está registrando el proyecto de eco-ceniceros que impulsa Marcela Comacchio desde su actual función como concejala. Por un lado, está siendo debatido en la Comisión de Calidad de Vida del Concejo Deliberante, y paralelamente fue enviado al Ejecutivo, al Rotary Club y al Observatorio Socioambiental Yolanda Ortiz para conocer sus respectivas opiniones.
¿En qué consiste? En la colocación de recipientes en espacios públicos para poder arrojar las colillas de cigarrillos, ya sea en sobrantes de caños instalados para tal fin (la empresa Camuzzi ya lo implementa en sus instalaciones), botellas u otros cestos. Comacchio reconoció que “requiere de mucha gestión en la implementación”, pero aclaró que demanda “poca erogación económica, ya que la infraestructura requerida es mínima”.
La edil enfatizó que “una colilla de cigarrillo es un residuo muy contaminante y peligroso, ya que puede contaminar hasta 1.000 litros de agua y en el suelo tarda en degradarse alrededor de 10 años”.
El Concejo Deliberante ya está abocado a la tarea de seguir los pasos pertinentes para analizar cuestiones de aplicación. No lo hacen en soledad, sino que optaron por consultar a la Secretaría de Desarrollo Urbano Ambiental con la intención de que se expida acerca de su opinión sobre la viabilidad del proyecto. También se consultó la opinión del Observatorio Socioambiental Yolanda Ortíz y el Rotary Club Bragado.
“Solicitamos, además, que se realice una campaña de concientización sobre la contaminación que generan las colillas al ambiente ya que, si bien la industria tabacalera no asume su responsabilidad, es importante que desde nuestro lugar hagamos todo lo que esté a nuestro alcance, con el involucramiento del Estado y las Organizaciones de la Sociedad Civil que se interesen en el tema”, indicó Comacchio.