FM IDENTIDAD.- Días atrás visitaron los estudios de la radio Héctor Nine y Nicolás Armagno con motivo de la polémica que existe en Bragado ante una Ordenanza de Nocturnidad que restringe las posibilidades artísticas en bares y cervecerías.
Armagno habló en representación de los músicos. Dijo que la ordenanza es obsoleta y debería cambiarse. ”Por una parte, vemos que la Jueza maneja un código y Guardia Urbana otro, pero no son temas para tomarlos con liviandad”. “Hay cierres de locales que perjudican a muchos”, agrego.
Por su parte, Héctor Nine habló de los horarios conversados en las asambleas, que pueden ser desde 11,30 en adelante hasta la 1 o 2 de la mañana. Además, hizo referencia a la ciudad de Alberti, ya que tiene un código, mientras que “nosotros tenemos una ordenanza de una carilla y media del año 2007”.
“Necesitamos que las cosas a cumplir sean claras”, dijo. Indicó que “obviamente, si yo tomo los decibeles salidos desde el parlante, seguro me dará algo que no es real”.
Frente a ello, recordaron que “todos somos vecinos y tenemos que llegar a un acuerdo porque somos una comunidad comprometida”.
Explicaron que se presentó una nota al Sr. Aldo Expósito en representación del Concejo Deliberante y también hicieron un pedido de audiencia con el Intendente.
“No nos extrañemos cuando visitamos otros lugares a 50 km, que pueden disfrutar de las noches”, dijeron. Enfatizaron que “son ciudades que se pudieron ordenar, no por ser genios”.
Armagno comentó que en una asamblea propusieron ordenarse para poder trabajar. Remarcó que “la gente debe saber que para los músicos es un trabajo, no divertimento”, e incluso hizo un reclamo: “no puede ser que a los clubes se les permita y a otros no, queremos una solución colectiva”. También focalizó en las contradicciones de la Ordenanza: “es irrisorio no poder tocar en Makoy, pero sí en la plaza teniendo en cuenta que hasta existe un geriátrico cerca”.
Ambos coincidieron que la Guardia Urbana intimida en los lugares con su presencia. “A veces llegan 1/2 hora antes, toman los decibeles en forma incorrecta y suspenden eventos si la gente baila porque no está permitido, o porque no pueden estar parados”, explicó.