La protesta realizada por los trabajadores del Sanatorio desencadenó dos cuestiones. Por un lado, se cumplió su reclamo de recibir el telegrama de despedido, mientras que por otro se supo del malestar que generó en el Círculo Médico los daños que hicieron en el edificio.
Los trabajadores (ahora ex) querían que quedara definida su situación, de manera tal de poder abocarse a la búsqueda de una nueva fuente laboral si definitivamente no requerirían sus servicios. Ahora quedó esclarecido con el telegrama de despido, lo que confirma que 34 personas quedaron en la calle y que se deberá proceder con las correspondientes indemnizaciones, cosa que también era otro motivo de conflicto debido a que el Círculo Médico aseguraba no contar con los recursos para abonarlo ahora en su totalidad.
La otra cuestión son los daños en el edificio, como por ejemplo las pintadas en las paredes, cosa que no cayó bien en el Círculo Médico. Consideró que tal accionar atentaba contra las posibilidades que se estaban barajando de mantenerlo funcionado como hospital de día o de otra forma, ya que se tendrían que hacer nuevos gastos para reacomodar lo afectado.