Por María Cristina Alonso
Pablo de Santis el autor que estará en la apertura de esta nueva edición de la Feria del libro de Bragado 2024, es escritor y guionista, ganador de múltiples premios, autor de una enorme obra y miembro de la Academia Argentina de Letras.
Leída en su conjunto, la vasta obra de Pablo de Santis nos sumerge en un mundo que se parece levemente al nuestro pero que aparece desdibujado por la niebla, por espesas capas de lava o por parvas de libros desperdigados en un edificio en ruinas.
En el “mundo de Santis” hay personajes que no pueden dormir, calígrafos que viajan en un sistema de correo nocturno que transporta cadáveres, arquitectos obsesionados por construir un edificio que se parezca a la torre de Babel, comisarios que investigan crímenes en un lugar llamado Bosque Blanco, personajes que practican oficios en extinción como la filatelia, o la caligrafía. Nos cuenta sobre un mundo en el que hay academias para aprender a asesinar o sectas que impone sus propias reglas sobre las alturas de los rascacielos de la ciudad. Hay hoteles decadentes o a medio construir donde se alojan seres que han perdido el rumbo o andan detrás de un secreto.
Escribir es inventar un mundo, ha dicho de Santis en algún reportaje, es agregar cosas al mundo. Por eso, cada nueva novela de las más de treinta que ha escrito propone al lector un viaje inigualable a un universo que se ha agregado al real y del que, a veces, no nos podemos desprender.
Una obra adictiva que dialoga con las primeras lecturas de infancia del autor como Ray Bradbury, abreva en el policial de cuarto cerrado a la manera de Agatha Christie y se adentra en los escenarios de J. G. Ballard, que son nuestro reflejo, nuestra manera de entender el mundo. Casi todos los personajes de Pablo de Santis son un poco náufragos y andan buscándose.
Las tramas policiales que tejen sus ficciones despliegan juegos de cajas chinas, cada ficción contiene otra ficción y, muchas veces reflexionan sobre el poder de la ficción sobre la realidad. Algunos de sus personajes escriben con obsesión, como una enfermedad. La escritura suele ser un síntoma de la locura.
En este mundo creado, este autor argentino, guionista de historietas y de series de televisión, presenta todo siempre bajo una pátina de vejez, de deterioro, donde merodean los secretos. Climas enrarecidos, claustrofóbicos. Policiales que se escapan hacia lo fantástico, historias que tan pronto se sitúan en la actualidad (La cabalgata de las valkirias, La traducción, Filosofía y Letras) como a principios del siglo XX (La Academia Belladona) o a la Francia de la Ilustración (El calígrafo de Voltaire), a los años 70 (La hija del criptógrafo). Pero siempre el enigma estructura la narración.
Entre sus magníficas historias hay algunas fundantes de los climas y personajes que trabajará en obras posteriores. Astronauta solo, una novela juvenil que pertenecie a la colección La movida de Colihue, transcurre en el último día de 1999. Historia de un imposible regreso a casa contado por un guionista de historietas. La historieta que da nombre al título es sobre un astronauta argentino. Carlos María Laspiazu ha quedado solo en el espacio y envía mensajes al mundo proclamando -entre otras muchas cosas- la superioridad de Argentina sobre otras naciones, mensaje que lee en páginas de libros gigantescos que flotan junto a él.
Es una noche de fin del mundo. El narrador intenta volver a la casa de su novia después de ayudar con una mudanza a un amigo. Ese viaje que se torna indefinido lo lleva a encontrarse con personajes salidos de una noche en la que todo es posible: hinchas de fútbol de los años 50, trenes que pasan a toda velocidad con vagones vacíos, un locutor solitario que recibe llamados de un soldado que deambula por la ciudad, una mujer que se ha escapado de su fiesta de cumpleaños a la que ha invitado a todas las personas que ha conocido en su vida, un parque del futuro corroído por el óxido.
La ficciones de de Santis expresan una cierta moral del fracaso señalada como una característica de la novela moderna desde el Quijote en adelante. Novelas que son autónomas respecto al referente, que crean un mundo particular, diferente al que existe en el afuera del texto.
Novelas imposibles de abandonar una vez empezadas. Los lectores quedamos, atrapados con los enigmas y secretos que habrá que develar.