Días atrás tomó estado público la decisión del Municipio de instalar tres lactarios en espacios que se encuentran bajo su órbita: la Terminal de Ómnibus, la guardia del Hospital y la Oficina de Géneros y Diversidad Sexual. En una gacetilla se había destacado que era una idea del grupo de tamboras “4 Locas”, sin hacer mención del debate que se había generado en el Concejo Deliberante tras el proyecto presentado por Guillermina Lhospice (Frente de Todos); por tal motivo, se consultó a la concejala opositora con la intención de conocer su opinión. Dijo estar contenta, pero con reparos…
La Presidenta del Bloque de Concejales del Frente de Todos dijo tomar la noticia “con mucha alegría”, ya que era una decisión que se esperaba; “bienvenido sea que ya estén en funcionamiento”, acotó. Sin embargo, dijo desconfiar que se mantenga en el tiempo ya que al no estar plasmado en una Ordenanza el Ejecutivo no está obligado a cumplirlo, por lo que pidió que se concrete ese paso y “que realmente no sea una foto electoralista de esta gestión municipal”.
Recordó que en el 2022 ella misma trató que sea una Ordenanza a través de un proyecto de su autoría inspirado en una propuesta de la Federación Argentina de Municipios, pero aclaró que “el PRO me hace un doble despacho” y terminó convirtiéndose en una resolución (es decir, una mera expresión de deseo del Concejo Deliberante). Enfatizó que la funcionaria Laura Benalal inicialmente le había expresado su apoyo, pero que luego no cumplió con su palabra ya que no lo explicitó en una nota que le sirviera como prueba.
Según la edil, en aquel entonces lo había pensado para espacios municipales en los que pudieran tener acceso las trabajadoras, aunque en realidad estarían abiertos para ser utilizados por todas las mujeres que lo desearan. En esa línea, los lactarios creados habilitan la posibilidad de que concurra cualquier persona interesada, aunque hay cuestiones de la iniciativa de Lhospice que no fueron tenidas en cuenta, como por ejemplo la instalación de heladeras para que se pueda extraer y conservar la leche (sólo están acondicionados para amamantar) y tampoco tienen lavatorios. “Tiene que ser un lugar cálido, cómodo, donde la mujer tenga privacidad”, remarcó la concejala.