Según informa el portal Junín 24, el intendente de ese distrito, Pablo Petrecca, estuvo ayer en el Parque Natural Laguna de Gómez observando los trabajos que dieron fin a la primera etapa de la reconstrucción del espigón. Se trata de la más importante, ya que consistió en la construcción de 76 pilotes y columnas que servirán de sostén de la nueva estructura, que según se informó, será 1,2 metros más ancho y estará 80 centímetros más alto que la original. De esta manera, Junín avanza en la recuperación de un emblema de la ciudad en materia turística.
Tras observar cómo se rellenaban las últimas columnas, junto al secretario de Planeamiento, Movilidad y Obras Públicas, Marcelo Balestrasse, el Intendente Pablo Petrecca manifestó: «Hoy se terminó con la primera etapa de esta obra que es la reconstrucción del espigón, una postal emblemática de nuestra ciudad y por supuesto, un lugar de referencia para los juninenses y los turistas. Estamos felices de estar cerrando el año con la finalización de esta etapa, fundamental, ya que estamos hablando de la base del nuevo espigón».
«Se trata de la construcción de 76 pilotes, a cuatro metros y medio de profundidad y el relleno de las columnas. Es una obra muy compleja, que requirió mucha ingeniería, pero que más allá de eso la estamos completando», remarcó. Por otro lado, informó que «el equipo de obras públicas ya está trabajando en lo que será la segunda etapa y final».
Petrecca señaló que «desde la gestión estamos muy ansiosos de poder seguir avanzando. La laguna de Gómez es para Junín el principal atractivo turístico, de hecho, en este 2022 han ingresado al Parque Natural más de 80000 personas, por eso entendemos que esta obra es una deuda que teníamos con todos los juninenses y con los turistas».
Por su parte, Marcelo Balestrasse, explicó que «es una satisfacción haber podido avanzar y completar esta etapa, la más compleja de la construcción y puesta en valor del espigón. Para esto se han hecho innumerables estudios de suelo y cálculos, entre nuestro equipo y los ingenieros de la empresa constructora, siempre a los fines de dotarlo de mayor seguridad y duración».
Balestrasse también recordó que «entre 1949 y 1950, una sequía muy importante permitió construir el espigón original y hoy, tantos años después, una nueva situación climática nos permitió culminar esta etapa, ya que de haber tenido agua, se hubiese complicado mucho más, con mucho esfuerzo de la empresa constructora y aprovechando la bajante del agua, hemos podido culminar».
• Fuente: Junín 24.