La ex directora de Cultura de la Municipalidad de Bragado, Malena Católica, manifestó su malestar a través de las redes sociales, tras la decisión del actual gobierno municipal de tapar el mural de Milo Lockett que existía en el Centro Cultural Florencio Constantino. Lo consideró “otro golpe a la cultura”, e incluso aseguró que es “ilegal” colocar un negocio gastronómico en la zona de la salida de emergencia del teatro.
Malena fue funcionaria durante la gestión de Vicente Gatica y a hasta ahora había evitado la confrontación con el gobierno de Sergio Barenghi, pese a las críticas reiteradas contra su gestión que emitió el actual secretario de Gobierno, José Luis Quarleri. Sólo hace unos días hubo un pequeño posteo de ella que parecía apuntar contra la actual gestión, aunque no lo explicitaba: “protocolo y ceremonial a marzo…”, escribió el 23 de mayo.
Sin embargo, ahora la situación es distinta. Católica visibilizó ayer su enojo ante los cambios que se están haciendo en el Constantino, enfatizando que “mi descontento con la gestión cultural actual es evidente”. “Tapar la cultura, esconderla, romperla, desconocerla, etc. Todas estas palabras resuenan en mi cabeza con esta decisión”, dijo.
Sostuvo que “la decisión de tapar el mural de Milo Lockett y reemplazar la sala de exposiciones por un emprendimiento gastronómico en el CCFC me ha generado una gran tristeza. Este mural, fruto de un esfuerzo colectivo entre los vecinos y el artista, simbolizaba la participación y la identidad comunitaria, y su ocultamiento se percibe como un acto de desprecio hacia la cultura y el arte”.
También, remarcó que “el traslado de la sala de exposiciones al subsuelo, un espacio originalmente destinado a las infancias, plantea serias preocupaciones no sólo por la pérdida de un espacio cultural vital, sino también por la falta de adecuación del nuevo uso del espacio. Además, ubicar un negocio gastronómico en una zona destinada a la entrada y salida de emergencia del teatro no solo es imprudente, sino también ilegal, según las normas de seguridad”.
Según Malena, “mi mensaje subraya una crítica profunda: el Estado, en el CCFC, debería priorizar la promoción y visibilización de la cultura en todas sus formas, en lugar de favorecer emprendimientos privados, especialmente en un contexto donde los negocios gastronómicos locales ya están sufriendo”.
Enfatizó que “la cultura no solo es un derecho fundamental, sino también una herramienta vital para la cohesión social y el desarrollo comunitario. La acción de tapar el mural se interpreta como un acto simbólico de represión y falta de reconocimiento de la cultura popular y comunitaria”.