En muchas oportunidades recibimos quejas del servicio de Eden. En algunas ocasiones por los cortes, y en otras por la parte administrativa.
Sabido es que la pandemia trajo consigo el tema de la atención on line. Cualquier trámite se hace por esa vía. La pregunta es: ¿qué pasa cuando el usuario no tiene el acceso o cuándo no resulta tan sencillo como dicen?
Está queja la realizó una vecina, Marcela Illescas, quien nos contó que debió realizar una baja de un domicilio, que a su vez estaba a nombre de una amiga (que no se encuentra viviendo en Bragado).
La situación es que hace 10 años Marcela le pidió a dicha amiga que gestionara el alta del servicio, pero luego ella se separó de su esposo y se retiró de la vivienda.
El servicio era abonado por quien vivía en el lugar, o sea el exesposo de Marcela; pero al enfermarse él, ella quiere darlo de baja, encontrándose ahora con muchas trabas: un ejemplo es la dificultad de realizarlo por internet.
Cuando se acercó a la oficina, la empleada que atiende (quien se estaba limando las uñas) le dijo que debía insistir. Así lo hizo junto a la persona que tiene el servicio a su nombre.
Por error, primero dieron de baja un comercio en Chivilcoy, que originó otra gestión de trámite; y también hubo que pagar hasta el mes de febrero inclusive.
Hoy, supuestamente ya está dado de baja, aunque sorpresivamente Marcela vio que el usuario nuevo ya figura en el Nis. Frente a ello, la pregunta que se hace la vecina es: ¿no sería más fácil y menos engorroso que un empleado haga este trámite cuando muchas veces se dificulta?, ¿el usuario nuevo habrá abonado el medidor como corresponde?… Ya que nunca llegó a retirarse.
¿Por qué cuando queremos poner las cosas en regla, lejos de facilitar, las complican aún más?
La misma vecina nos comentó que guarda en su heladera vacunas de $360.000 y se perjudica en cada corte de luz. En esos casos, debe actuar rápidamente con el fin de salvaguardar las dosis.
FM IDENTIDAD