Por Leonel G. Avila
Una triste noticia se conoció este 1° de mayo en Bragado. Murió Ricardo Ienco a los 88 años, una persona sumamente querida y respetada en nuestra ciudad, no solo por haber sido el primer intendente desde el retorno de la democracia en 1983, sino porque también fue reelegido en 1987, e incluso nos representó como legislador en los períodos 1989-1993 y 1993-1997.
“Como dijera Perón, somos sobrios en las promesas, seremos generosos en las realizaciones”, expresó aquel bragadense durante la campaña del ’83, mostrándose ante la ciudadanía bajo el slogan “todos unidos triunfaremos”. En octubre de ese año ganó las elecciones con casi 8.700 votos, mientras que en el ’87 amplió su capital político llegando a reunir más de 11.800.
A Ienco le tocó liderar el Municipio luego de siete años de gobierno de facto de Arturo Ibarra. La firma del acta de traspaso ocurrió a puertas cerradas, sin que nadie lo viera, posiblemente a pedido de quien se retiraba. Bragado se privó de esa foto, pero queda en la memoria colectiva aquella histórica Sesión del Concejo Deliberante en la que el dirigente peronista juró como jefe comunal y en el que no faltaron los cánticos del público: “te fuiste Ibarra, el pueblo está de farra”, y “se va la dictadura, no vuelve nunca más”.
Ese día, Ienco dio un discurso en el que expresó que “el ciclo que se cierra tiene muchos mártires y es obligación de todos evitar los enfrentamientos estériles para que la ansiada transformación nacional pueda ser, al fin realidad cierta”. Luego se dirigió al balcón, donde saludó a una gran cantidad de personas que estaban alentándolo desde afuera, quienes habían concurrido en caravana con banderas y carteles.
Lo que siguió fue un gobierno municipal austero debido a la crisis económica, pero que evidentemente logró captar el apoyo de la gente, ya que lo reeligió en 1987 pese a la contra de tener un presidente de distinto signo político (Alfonsín). Muchos recordarán que en 1984 inauguró las plazoletas “Combatientes en Malvinas Argentinas” (hoy con otro nombre similar), en 1987 reabrió el Teatro Constantino, en 1988 inauguró la Unidad Sanitaria de Mechita y le tocó la tarea de proteger a Bragado con la construcción de un terraplén ante la grave emergencia hídrica que había.
En lo que respecta a lo netamente partidario, en 1986 llegó a ser presidente del Partido Justicialista local tras vencer con el 50,48% de los votos a las listas que encabezaban sus rivales internos: Victorino Yacovino, Carlos Rosales y Jorge Blanco. Posteriormente, siguió escalando, al punto que en 1989 lo incluyeron como candidato a senador provincial, cargo que finalmente decidió asumir y motivó su renuncia como intendente, pese a que su mandato hubiera vencido en 1991. En consecuencia, lo reemplazó Edgardo Pisano.
Su último día como intendente fue el 30 de noviembre de 1989. Salió del Palacio Municipal rodeado por muchas personas, quienes le rindieron emotivas muestras de cariño.
Hoy, Ienco ya no está entre nosotros. Las muestras de dolor se expandieron rápidamente en las redes sociales, e incluso hubo comunicados de pesar por parte del gobierno local, el Partido Justicialista, la Unión Cívica Radical, Unidos por Bragado, los Bomberos Voluntarios y la Asociación Constantino. Rigen 72 horas de duelo por decreto del intendente Sergio Barenghi y está previsto que mañana el cortejo fúnebre haga una pasada por las puertas del Palacio Municipal.
Adiós, Ricardo. Bragado te llora…