Un jinete se enfrentó con defensores de los animales.
Por Leonel G. Avila
Situaciones como las que vivimos en el día de hoy ameritan el repudio de todos los bragadenses hacia quienes transformaron al tradicional desfile criollo en un campo de lucha. Defensores de animales se enfrentaron a las trompadas con un jinete, generando un revuelo tan grande que ameritó la intervención policial y hasta debió detenerse el desfile por varios minutos. Del hecho participaron una gran cantidad de personas, resultando herido uno de los manifestantes.
Sin duda el mayor culpable de la pelea fue el jinete, ya que tuvo una actitud provocativa contra los defensores de los animales. Mientras éste grupo se encontraba con sus pancartas sentado a un costado de la calle, el “gaucho” se situó frente a ellos y comenzó a darle latigazos a su caballo, alentando a que la “yegua madrina” y toda la tropilla que lo acompañaba (aproximadamente 12 caballos) se tiraran sobre los manifestantes. Pero la provocación no se limitó sólo a eso sino que además éste sujeto lo perpetró en varias oportunidades, primero en el momento en el que le correspondía su pasada frente al palco oficial, y luego, minutos más tarde, porque regresó a continuar con los disturbios que él mismo había generado.
En un comienzo el enfrentamiento no fue más allá de empujones y agresiones verbales de ambas partes, pero luego, tras el retorno del jinete y su tropilla, la situación se desmedró. Hubo golpes y hasta un manifestante herido (la misma persona a la que minutos antes le habían tirado su cámara de fotos).
Bragado no está acostumbrado a situaciones como ésta. Nunca en las 41 ediciones de la Fiesta Provincial del Caballo ocurrió un hecho así. Autoridades Municipales montaron en cuestión de segundos un improvisado operativo tendiente a descongestionar el conflicto y alejar a los curiosos; así pudimos ver cómo los directores de Prensa y Seguridad hacían de “valla humana” para que la gente no se conglomerara en el lugar y que los médicos pudiesen socorrer al herido. El Intendente Municipal, por su parte, se acercó hasta el joven para brindarle su ayuda.
Si bien el jinete fue el principal provocador del conflicto, también los manifestantes debieran hacer mea culpa. Contrariamente a la actitud que habían demostrado en el 2011 cuando se habían situado en la zona de los mástiles del Palacio Municipal sin molestar a nadie, ésta vez se pararon frente al palco oficial con una actitud un tanto más provocativa y luego, tras el pedido del Director de Tránsito, a un costado de la calle generando que varios de los presentes se quejaran porque los carteles no le permitían ver el desfile.
Tras el conflicto, el Intendente Municipal dispuso que no se dejara ingresar a la laguna al jinete y que se le impidiese participar de las próximas ediciones de la Fiesta Provincial del Caballo.