Luego de 37 años de trayectoria en la pantalla, abre paso a su jubilación y a nuevos proyectos periodísticos.
Por Leonel G. Avila
Sentimientos encontrados son los que vive la televisión local y buena parte de la audiencia que la sintoniza diariamente, debido al alejamiento de la periodista Adriana Ferrari del histórico noticiero donde trabajó durante 37 años y en el que cada mediodía anotició a varias generaciones sobre los principales acontecimientos que transcurrieron en Bragado entre 1983 y el 2020. Hoy es el día en que conducirá el programa por última vez, quedando desde ahora únicamente en manos del archivo, de nosotros y de la historia, la posibilidad de recordarla en el rol con que se convirtió en una de las figuras públicas más importantes de nuestra ciudad. Afortunadamente, no deja el periodismo, pero la imposibilidad de verla de la manera en que nos tenía acostumbrados hace que ya empecemos a extrañarla.
Si hay algo de lo que no caben dudas, es que Adriana se va por la puerta grande. Aquella joven con grandes aspiraciones de crecimiento y con evidentes muestras de profesionalismo periodístico que se veía en 1983, hoy es una mujer consagrada por el cariño del público, una extensa trayectoria y el destacable récord de ser la persona con mayor permanencia en el tiempo de la historia de la televisión local.
Atravesó todas las etapas. Primero fue la encargada de informar a la audiencia a través de “Noticias 4”, con un formato totalmente distinto al de los programas actuales: aparecía en vivo durante las tandas del noticiero de Canal 13 y leía los principales acontecimientos locales del día, sin ninguna otra imagen más que su rostro, a excepción de eventos especiales donde se hacían notas exteriores (su primer reportaje fue a Raúl Alfonsín durante una visita a Bragado por la campaña electoral de 1983). Luego, el programa aumentó su duración a media hora, lo que contribuyó a que aumentara considerablemente la cobertura.
Años más tarde, llegó el turno de “Comunicándonos”, la nueva versión del noticiero, donde el trabajo de Adriana y su nivel de exposición creció cada vez más, profundizándose en las etapas posteriores con “Cablevisión Noticias”, “CVN” y hoy con “Bragado TV”.
Adriana es un ejemplo de amor al periodismo y de sacrificio. Debió adaptarse a diversos cambios tecnológicos y sociales, superar las adversidades propias de la profesión (sobre todo en ciudades chicas donde el presupuesto es mucho más acotado que en los grandes canales de televisión nacionales), e incluso batallar contra presiones del poder político; sin embargo, nunca se desvió de sus convicciones y siempre se mantuvo en el lugar que bien supo ganar. Su retirada del noticiero sólo se debe al ciclo normal que debemos atravesar todos en la vida, que es la jubilación: por eso es que, más allá de la tristeza que nos genera su partida, es el momento en que debemos celebrar la posibilidad que tiene ahora de un merecido descanso y de cumplir todos los deseos que el trabajo diario la obligaba a postergar.
Costará adaptarnos a no verla en la pantalla cada mediodía y, en lo personal, a no encontrarla en la Productora preparando el material del noticiero. También se extrañará en el estudio, donde debía desempeñarse casi sola, sentada en el escritorio frente a una cámara fija. No obstante, queda el consuelo de que podremos continuar viéndola en otros formatos de programa u otras iniciativas periodísticas que desee emprender, porque ya lo dejó en claro: “dejo el noticiero porque es un ciclo que se termina, pero en el periodismo voy a seguir estando mientras tenga lucidez”.
Soy partidario de que los homenajes hay que hacerlos en vida, y hoy creo que es una oportunidad ideal para hacerlo con Adriana. Por eso, vaya este doble agradecimiento: como espectador por la gran labor cumplida, y como compañero por la calidez que me trató siempre.
Éxitos para este último programa y los mejores deseos para el promisorio futuro…