La presencia de altos niveles de arsénico en el agua que se consume en Bragado sigue siendo uno de los temas que generan preocupación, no solo a los propios habitantes, sino también a profesionales que trabajan en el Mapa de Arsénico del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA). Describieron a nuestra zona como una de las más damnificadas, lo que debiera servir de alerta para que ABSA cumpla con la construcción de una planta potabilizadora, tal como se lo exige la Justicia.
El Mapa de Arsénico del ITBA es una herramienta que sirve para monitorear la presencia de arsénico en el agua de diversas regiones del país. Con más de 350 muestras recolectadas hasta la fecha, el mapa fue actualizado en el mes de noviembre, con una mejora en su interfaz y accesibilidad, gracias al trabajo de Lucía Digón.
Curiosamente, solo aparece un único punto en Bragado en el kilómetro 235 y figura en color verde, lo que marca que es agua segura para consumir según los valores máximos recomendados por la Organización Mundial de la Salud (CLICK para ver el mapa). Sin embargo, declaraciones complementarias que realizó el responsable del proyecto, el Dr. Jorge Daniel Stripeikis, contribuyen a tener una noción más exacta de lo que sucede, ya que nombró a nuestro distrito como uno de los más afectados, por lo que le corresponde el color rojo y se recomienda no consumir para ingesta directa y cocción de alimentos.
“La contaminación por arsénico es mayoritariamente natural y obedece a fenómenos que se produjeron hace millones de años cuando se levantó la estructura de lo que hoy conocemos como la Cordillera de los Andes. En nuestro país, las áreas geográficas más damnificadas con este fenómeno son el 70 por ciento de la provincia de Buenos Aires, particularmente lo que es el corredor de la Ruta 5, como son las localidades de 9 de julio, Bragado, Casares y Trenque Lauquen, y también zonas aledañas a Mar del Plata”, dijo Stripeikis en una gacetilla del ITBA, replicada por varios medios de nuestra región.
La ingesta sostenida en el tiempo de aguas contaminadas con arsénico incrementa el riesgo de padecer un cuadro clínico tipificado como Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (HACRE). Su falta de tratamiento puede generar patologías como el cáncer de pulmón, cáncer de laringe, tos crónica y/o persistente y fibrosis pulmonar.