Hoy para votar a un candidato a intendente obligadamente debemos incluir a su lista de concejales y consejeros escolares. Resulta necesario que la situación se modifique, de modo tal que pueda garantizarse la separación de poderes en el municipio y que alcancemos un sistema más representativo y plural.
Por Leonel G. Avila
leonel.avila@hotmail.com
La justificación del título y copete que encabezan el presente artículo claramente podemos identificarla en los aspectos negativos de las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias, como también de cada una de las que se han disputado con anterioridad. Es notorio como, en muchos casos, los partidos políticos se esmeran por encontrar un candidato a intendente sin importar sus capacidades, ya que su único propósito es cumplir con los requisitos indispensables para poder presentar su lista de concejales. El actual sistema no sólo funciona en detrimento de la división de poderes del Municipio, sino que además obliga a quien quiera votar a un candidato a intendente a que necesariamente deba incluir al séquito de postulantes a ediles que lo acompañan, aún si considera que hicieron y/o harán un mal trabajo. La separación en un lista diferente también debiera ocurrir con los consejeros escolares, ya que no sólo no tienen nada que ver con el resto de las categorías, sino que ni si quiera dependen del Municipio.
Esto no se trata de la cuestión sobre si debe o no implementarse la boleta única (aunque bien habría que reconocer que traería una solución). Es un problema que siempre ha existido en los municipios de la Provincia de Buenos Aires, pese a la existencia de proyectos tendientes a resolverlo: son ejemplos aquellos presentados al respecto por el diputado nacional (hoy candidato a gobernador por la Coalición Cívica) Juan Carlos Morán y de la senadora provincial (candidata a intendente de Olavarría) María Isabel Gainza.
Seguramente habrá quienes se opongan por la enorme extensión que significaría una boleta con dos nuevos cuerpos o también por los costos extra que implicaría su impresión para los partidos políticos. Ambos argumentos pueden ser considerados válidos, pero de todas maneras, si se realiza un balance, rápidamente se comprobará que el resultado es positivo; habría mayores beneficios para los votantes, para los municipios y para nuestro sistema representativo.
¿Por qué tener que elegir una lista de concejales si lo que se quiere votar en realidad es a un intendente?, ¿por qué un intendente si en lo que se está de acuerdo es con los concejales que se presentan?, ¿qué hacen los candidatos a consejeros escolares junto con el de jefe comunal y ediles? Este tipo de preguntas bien podría hacérsela cualquier persona en el momento de emitir su voto el próximo domingo. Es que es resulta difícil imaginarse los motivos por el cual tres categorías completamente diferentes son unificadas en una sola lista y mucho más aún el que se nos obligue a elegir por las tres juntas. Sin duda alguna, se trata de un sistema electoral que coarta la independencia de los poderes en el ámbito municipal y hace que el sufragante deba priorizar entre uno u otro al momento del voto (claramente el problema no se dará cuando la intención sea la de elegir la boleta completa de un partido); además, erróneamente, incluye en la lista a los consejeros escolares como si se tratasen de funcionarios municipales, sin considerar que dependen del Estado Provincial por integrar órganos descentralizados bajo la Dirección General de Cultura y Educación.
Por todo lo antes expuesto, resulta imprescindible que, de una vez por todas, nuestros funcionarios tomen la decisión política de ocuparse del asunto. Esto es: habilitando, en el caso de que se apruebe la implementación de la boleta única, la posibilidad de elegir candidatos a concejales y consejeros escolares sin importar que pertenenezcan al partido de quien votemos como intendente, o bien mediante boletas en las que cada una de las categorías mencionadas constituya una lista independiente. Sólo así podremos garantizar una efectiva separación de poderes, una total libertad de elección y alcanzar un sistema más representativo y plural.