Un total de 115 caños de escape antirreglamentarios fueron destruidos por el Municipio el pasado miércoles. Correspondían a motos que habían sido secuestradas por incumplimiento a las normativas de tránsito, las cuales ya fueron devueltas a sus respectivos propietarios tras el pago de la infracción, pero sin los caños de escape debido a que se encuentran prohibidos.
Uno de los principales objetivos del retiro y destrucción de los caños de escape es reducir los ruidos molestos en las calles. “Con esta acción, se busca que queden inutilizables y es el paso previo a la compactación que se realizará próximamente“, indicó Gerardo Pechinenda, director operativo de Seguridad, en una gacetilla de prensa.
Desde el Municipio también se indicó que estas medidas están en línea con el trabajo sostenido para controlar el tránsito y sus consecuencias. “El Municipio viene haciendo un esfuerzo muy importante para mejorar el tránsito y la seguridad vial y esta medida es un paso más en esa dirección“, expresó al respecto José Luis Quarleri, secretario de Gobierno.
El procedimiento se llevó a cabo frente a la Escuela de Conductores. Los caños de escape fueron colocados en hilera sobre la calle Illia hasta que les pasó por encima un tractor que arrastraba una aplanadora. No solo estuvieron Pechinenda y Quarleri, sino también el intendente Sergio Barenghi y el juez de Faltas, Franco Hernández.