• Más de 1500 jinetes, caballos y carruajes participaron de la actividad
• Peñas locales y zonales bailaron en los minutos iniciales
Por Leonel G. Avila
Una vez más, la Fiesta del Caballo bragadense dejó en claro por qué desde hace décadas posee el reconocimiento provincial, sumado a sus reales condiciones para ser merecedora del carácter nacional. Sólo basta con pensar en los más de 1500 jinetes, caballos y carruajes que participaron en el desfile criollo de ayer; sus cuatro horas de duración; y los 4 kilómetros que tuvo el recorrido desde su inicio hasta la Laguna; para darnos cuenta de que se trata de un espectáculo que difícilmente veremos en otro lugar.
La historia del desfile criollo es tan vieja como la propia Fiesta. En total se realizaron 44 ediciones y es reconocido como uno de los más importantes del país. Es que los jinetes y equinos exhibidos no sólo provienen de Bragado y de la región, sino de diversas provincias de Argentina, cualquiera sea su punto cardinal. Entre Ríos, Salta, La Pampa y Mendoza son sólo algunas de las que estuvieron presentes. Lo mismo respecta a la variedad del público ya que con el paso del tiempo la Fiesta Provincial del Caballo se convirtió en uno de los eventos más llamativos para el turismo del fin de semana largo.
Como es habitual, desde las 8 Hs., el punto de encuentro de las 131 delegaciones se realizó en la esquina de Rivadavia y Entre Ríos. Pasadas las 10 de la mañana iniciaron el largo trayecto de 4 kilómetros hasta la Laguna, desfilando por las calles lindantes a la plaza Eva Perón, gran parte de la Av. Pellegrini, varias cuadras de la calle Alsina y la totalidad del acceso Juan Domingo Perón.
La espera no resultó tediosa en la plaza 25 de Mayo, sino todo lo contrario. Una vez izada la enseña patria, un importante grupo de peñas locales y de la zona se encargaron de realizar la apertura con danzas tradicionales.
Más tarde, Horacio Figuerón (Presidente de la Comisión Organizadora de la Fiesta) solicitó al Intendente la autorización para iniciar el desfile, a lo que le siguió el paso del grupo scout Sagrado Corazón de la Parroquia San Martín de Porres y luego el primer autobomba de los Bomberos Voluntarios de Bragado con la imagen de Santa Rosa de Lima.
Cabe destacar que el punto neurálgico del desfile estuvo en los alrededores al palco oficial que, como todos los años, se encontró frente al Palacio Municipal. Allí se ubicaron el intendente municipal Aldo San Pedro, gran parte de su gabinete, la diputada provincial María Del Carmen Pan Rivas, miembros del Honorable Concejo Deliberante y autoridades policiales.
Tal como ocurre desde el fallecimiento del histórico abanderado de la Fiesta, Abel Figuerón, la responsabilidad de reemplazarlo recayó en Ricardo Lawler. Su paso fue al comienzo del desfile junto a otros miembros de la Comisión Organizadora, las amazonas y el carruaje de Figueras con las respectivas representantes de la 44ª edición de la Fiesta: Trinidad Baldres (Reina), Candela Henriques (2ª princesa) y Agustina Crocenzi (2ª princesa).
Mucho es lo que pudo verse en el desfile criollo y lo que niños y adultos aprendieron. Es notable como los más de 1.500 jinetes dedicaron tiempo, dinero y energía para mostrarse lo mejor posible; también toda la preparación que ofrecieron a sus caballos y carruajes.
Afortunadamente, fiestas como la del Caballo constituyen una muestra cabal que la tradición sigue fuertemente arraigada en nosotros y que mucho es el interés de la gente por continuar manteniéndola viva. Por eso, ¡bien Bragado!, ejemplo de patriotismo.