Por Leonel G. Avila
El paso de los años ha hecho que Bragado ya no sea el mismo que a principios del siglo XX. Los comercios de aquella época ya no están, e incluso desaparecieron varios edificios típicos de ese entonces, siendo reemplazados por otros que hoy nos parecen representativos a nosotros. Sin embargo, todavía persisten algunas pocas huellas de ese pueblo de antaño, enseñándonos que Bragado alguna vez fue distinto y que la historia se esfuerza por resistir. Un ejemplo es el viejo Teatro Francés, recordado por algunos como Club Americano, hoy convertido en un comercio de antigüedades.
Si peinás canas, seguramente sabrás dónde se encuentra: al lado de la Biblioteca Belgrano, pero si sos jovencito/a y no sábes, te cuento que es a media cuadra de la plaza 25 de Mayo, en el lugar donde hasta hace poco tiempo funcionó un local de entretenimientos o algo parecido; luego cerró y abrió otra cosa.
Todo ese sector de la calle Pellegrini al 1300 (la biblioteca, el comercio de antigüedades y el local donde hay otro comercio de calzados) forma parte de un mismo edificio. Pertenece a la Sociedad Francesa de Socorros Mutuos, e incluso si prestamos atención podremos ver que todavía aparece escrito el nombre en lo alto. Los árboles dificultan un poco, pero si lo miramos desde la vereda de enfrente se nota aún más…
Se trata de una construcción que data de fines del siglo XIX, o sea que es una de las más antiguas que perduran hasta nuestros días. Gladys Issouribehere contó en uno de sus libros que fue inaugurado en 1896, aunque bien vale aclarar que inicialmente había una especie de pasillo hasta el salón, ya que el frente se construyó después.
Ese salón es el que hoy motiva esta nota, ya que allí funcionó el Teatro Francés y transcurrieron varios acontecimientos importantes. No sólo hubo bailes, obras teatrales y otros eventos sociales, sino que fue uno de los primeros lugares de Bragado donde existió una especie de cine: “Una buena colección de cintas tiene para mañana el cinemátografo que funcionará en el Teatro Francés, habiendo algunas de palpitante actualidad”, publicó El Censor el 14 de mayo de 1910, aclarando que “los precios son populares y los palcos gratis para las familias que los soliciten”. También existe una foto publicada en 1919 por la revista Caras y Caretas, en la que se observa a un numeroso grupo de estudiantes de distintas escuelas que concurrieron al cinematógrafo.
Claramente se trata de un espacio con mucha historia, y más aún si tenemos en cuenta que allí, el 6 de junio de 1909 se realizó el remate de tierras que dio origen al pueblo de Comodoro Py. Además, fue lugar de un hecho oscuro para la historia argentina ya que intentaron balear al reconocido diputado Alfredo Palacios mientras hablaba en un acto del Partido Socialista, quien se salvó de milagro.
Otro dato importante es que ese teatro fue anterior al Constantino, al punto que el propio tenor Florencio Constantino ofreció ahí algunos conciertos, como por ejemplo el 3 de septiembre de 1911 para recaudar fondos para el Hospital San Luis.
Sin embargo, el Teatro Francés no duró para siempre. En la década del ’30 ya era historia y sus instalaciones fueron reutilizadas en 1935 por el Dancing Club, reconvertido en 1942 como Club Americano. Tal es así que todavía hay algunos memoriosos que recuerdan los famosos bailes que se realizaban ahí, siendo un salón sumamente completo: con palcos en los laterales y otro más alto en el lado opuesto al escenario.
Lamentablemente, el Club Americano prácticamente dejó de existir, sólo perdurando a través de una de las instituciones paralelas que creó la entidad: la Biblioteca Popular “Manuel Belgrano” (originalmente Biblioteca América), pero que tiene una función muy distinta; el nombre Club Americano sólo quedó para las formalidades de papeles…
Pero ahí no terminó todo, porque la historia del salón continuó. A partir de 1979 comenzó a funcionar el Cine Fénix I, hasta que también cerró y desde entonces las instalaciones pasaron a ser espacio de distintos comercios pasajeros, cada vez más lejos de su propósito original.
LO QUE QUEDA DEL TEATRO FRANCÉS – CLUB AMERICANO
Pese a todo, aquellos añejos ladrillos del salón, siguen resistiendo. Ahora parece un galpón, pero todavía conserva algunos indicios de lo que fueron el Teatro Francés y el Club Americano.
El techo mantiene sus ornamentos originales y, si prestamos mucha atención, aún se aprecian algunas marcas de donde alguna vez estuvieron los palcos y el escenario. Además, perduran las ventanitas desde donde se proyectaban las películas, pero con la particularidad de que están tapadas con ladrillos.
Paradójicamente, hoy el lugar funciona un comercio de antigüedades, rescatando cosas del pasado. Es bueno, pero queda latente el deseo de que alguna vez vuelva a funcionar para propósitos más similares a los que fue creado. Las esperanzas nunca se pierden…
• Imagen principal: Collage de fotos y publicidades antiguas. Algunas fueron publicadas por Caras y Caretas, otra es una postal redescubierta por Marcelo Racrido y la del salón fue posteada por Norma Mileo.
• Foto 1: Lo que queda del viejo Teatro Francés / Club Americano.
• Foto 2: Frente del edificio de la Sociedad Francesa de Socorros Mutuos.
• Foto 3: Vista actual del salón. En lo alto se observan las ventanas desde donde se proyectaba el cine.
• Foto 4: Lugar donde se encontraba el escenario.