Anoche se desarrolló en Bragado la VIII Sesión Ordinaria del Concejo Deliberante. Varios fueron los temas que se tratados, pero también hubo una cuestión que no pasó desapercibida: 16 de los 18 concejales exhibieron carteles con la frase “yo defiendo a la educación pública, gratuita, de calidad”. Los únicos que optaron por no hacerlo fueron los ediles del PRO.
Los carteles fueron colocados en medio de la polémica que existe a nivel nacional entre las universidades y el gobierno de Javier Milei, lo que derivó en la Marcha Federal Universitaria que tuvo eco en varias ciudades del país (incluido Bragado). Lo llamativo es que no solo pusieron los carteles los bloques de Unión por la Patria, Juntos (UCR – UxB), Acción para el Desarrollo e Innovar Bragado, sino que también lo hicieron los dos concejales de La Libertad Avanza (Daniela Monzón y German Díaz). Distinto ocurrió con Nicolás Araujo y Fernando Franzoni, ambos del PRO, ya que no los exhibieron.
Según explicó a CUARTO PODER el presidente del Concejo Deliberante, German Marini, la iniciativa surgió de su propio bloque: Unión por la Patria. Sin embargo, no lo limitaron a su único espacio, sino que hicieron carteles de más por si otros bloques querían sumarse. Dijo que hubo concejales de la oposición que los pidieron, y también los dejaron en las bancas para que cada uno eligiera si deseaba exhibirlo o no.
En total fueron 16 los concejales que optaron pegarlos en sus bancas. Frente a ello, surge la pregunta: ¿por qué el PRO no? Consultado por este portal, Nicolás Araujo manifestó desconocer quién los había hecho, pero que al llegar al recinto se encontró con que tenía uno arriba de su banca. “Simplemente no lo puse, nadie vino a hablar conmigo, ni nada por el estilo”, dijo. También agregó: “la verdad, como no sabía cómo venía y no había ningún tema alusivo en el temario de la sesión, elegí no hacerlo y también porque no necesito tener que ponerme un cartel para defender a la educación pública, yo vengo de ahí e incluso he trabajado ad honorem para la universidad; me parece una sobreactuación para desviar la atención de los temas locales (…) y si todos se ponen el cartel termina siendo una consigna que no significa nada”.