Recorrimos la localidad para interiorizarnos sobre su situación. Avances y retrocesos de un pueblo centenario que lucha por continuar en el tiempo.
Por Leonel G. Avila
Con el presente artículo, retomamos hoy el recorrido por las distintas localidades de nuestro Partido, permitiendo que tanto usted como nosotros podamos conocer la realidad de los pueblitos del interior al menos de manera general y tratando de demostrar en hechos el federalismo que tanto se pregona. Por eso es que en esta oportunidad hemos escogido a Comodoro Py, ya que se trata de uno de los lugares más acogedores de la zona y constituye un claro ejemplo de lo que alguna vez fue un polo agropecuario.
Tras habernos referido a O’Brien, La Limpia, Asamblea, Warnes, Salaberry, Olascoaga e incluso a nuestra propia ciudad; decidimos adentrarnos en la Ruta Nacional N° 5, transitar aproximadamente 20Km, y recorrer los 8Km del acceso “Dr. Emilio De Villa” que conduce a la localidad de Comodoro Py. Es en este último tramo donde nos encontramos con un camino de tierra que poco contribuye al desarrollo del pueblo, debido a que su arenal lo torna difícil de circular en algunos sectores e incluso, según declaraciones de los propios comodorenses, lo vuelve intransitable ante de cada lluvia. Alienta saber que el propio Intendente Municipal prometió su asfaltado antes de que culmine el mandato, pero al mismo tiempo desmotiva recordar que se trata de un anuncio repetido desde hace décadas por distintos mandatarios y que nunca se ejecutó.
Comodoro Py es una pequeña localidad del Partido de Bragado. Encabeza el Cuartel VI, habitado por 746 personas (385 varones y 361 mujeres) según el Censo Nacional de Población y Vivienda de 2010. Se trata de un pueblo dedicado preferentemente a la actividad en el campo, que supo contar en sus años dorados con 2.000 habitantes por impulso de la Estancia Santa Clara y la inauguración, el 7 de diciembre de 1911, de la Estación “Comodoro Py” perteneciente al ramal Buenos Aires – Patricios de la “Compañía General de Ferrocarriles en la Provincia de Buenos Aires”. Su fundación data del 6 de junio de 1909, cuando en el desaparecido Teatro Francés de Bragado se remataron 220 solares, 53 quintas y 72 chacras de la Estancia “La Elisa”, con el único objetivo de dar impulso a un nuevo pueblo.
Si bien no he vivido nunca en Comodoro Py, particularmente le tengo un cariño especial por ser el lugar donde residió durante muchos años mi familia por parte de madre. Por eso es que en el recorrido estuve acompañado por mi abuelo Juan Beccaria (de 92 años) y su hija Susana (mi madre). Vale la aclaración para que usted, Sr/a. lector/a, comprenda que cada palabra escrita aquí tiene encubierta una carga afectiva.
Un cartel con el lema “Bienvenidos” y un bello logo conmemorativo del centenario de la localidad (cumplido en 2009) fue lo primero que encontramos una vez dentro de Comodoro Py. Algunas gallinas caminaban por la calle, y en la vereda de enfrente la nostalgia: una vieja parada de colectivos recuerda aquellos tempos de auge e invita a saber que ya en 1938 el pueblo tenía su propio servicio de ómnibus (apenas 10 años después de que se comenzara a implementar en Buenos Aires).
Comodoro Py se caracteriza por su tranquilidad, sus calles de tierra y por contar mayoritariamente con viviendas antiguas. Posee la típica traza española, teniendo como centro a la Plaza “Manuel Belgrano” y a su alrededor las instituciones más importantes de la localidad: la Delegación Municipal, la Capilla “San José”, la Escuela N° 13 “Gral. San Martín” y el Club Agrario. Una preciosa calle con boulevard comunica el centro con la vieja Estación del Ferrocarril (hoy reconvertida en la Escuela Media N° 1). No presenta el aspecto de un pueblo fantasma como ya hemos descripto en otros lugares del Partido de Bragado, pero provoca cierta tristeza el que un alto porcentaje de sus construcciones parecieran estar abandonadas.
La localidad tuvo la característica de que sus años de auge trascendieron entre la década del ’20 y del ’50. A principios del siglo XX la plaza central fue un terreno baldío, que debió ser alambrado para que los caballos y carruajes no lo atravesaran, e incluso llegó a utilizarse para la siembra de papas. Con la plantación de los primeros árboles el lugar fue cambiando su fisonomía, acompañado en 1936 con la inauguración de la Capilla “San José”, en 1938 del Club Agrario (debió ser reconstruido en 1980 por un incendio) y en 1939 de la Escuela N° 13 (antes había estado frente a la estación de trenes). Aquel centro cívico quedó definitivamente constituido en 1963 con la inauguración del actual edificio de la Delegación Municipal.
Pero el crecimiento no duró para siempre. A fines de los ’70 y principios de los ’80 el pueblo recibió el duro golpe del cierre del ramal ferroviario, seguido por el consecuente aislamiento y un acentuado decrecimiento poblacional. Las fábricas y comercios cerraron y lentamente el lugar se fue vaciando.
Hoy Comodoro Py lucha por no desaparecer. Desde 2002 cada segundo fin de semana de agosto se realiza el concurso del Chorizo Seco, dando origen a la fiesta homónima que cada año convoca a mayor cantidad de gente. Pero hay más: desde 1997 la localidad tiene un edificio propio para el Jardín de Infantes N° 902 (con nueva fachada desde el último año), a partir de 1998 cuenta con la Biblioteca Popular “Florencio López”, dese el 2009 con el Museo Histórico “6 de Junio” y hasta cuenta ahora con cordón cuneta en todos los alrededores de su plaza principal. Gracias a la cooperativa COTELCOPY el pueblo tiene servicio de telefonía fija, agua potable, Internet y hasta red cloacal. Comodoro Py resiste al tiempo.