FM IDENTIDAD.- Días atrás visitó los estudios de la radio el abogado Claudio Heidanowski, quien habló de una faceta poco conocida, pero de gran interés.
Claudio es nacido en Bragado, hijo de nuestra querida vecina Claudia Sagardoy. Hizo su carrera universitaria en Buenos Aires y hoy también es docente de Derecho en la UBA.
Manifestó que su sueño siempre fue ser diplomático. En estos momentos es becario del Instituto del Servicio Exterior de la Nación, que es el único medio de selección del cuerpo permanente de diplomáticos.
Explicó que el Instituto funciona desde 1963 y es el encargado de hacer el ingreso por medio de concurso. Dijo que el Presidente de la Nación tiene la facultad de nombrar cancilleres, pero sólo puede elegir hasta 20 personas cuando Argentina tiene más de 130, o sea que en su mayoría son diplomáticos de carrera.
En cuanto a los concursos, indicó que se realizan anualmente con distintas etapas. “En la primera, son exámenes psicológicos; -y- en la parte central son exámenes muy difíciles, de hecho yo concursé tres veces hasta que ingresé”, contó. Abarcan evaluaciones de historia internacional, historia de Argentina, derecho internacional, constitucional, economía y cultura general (“¡es tremendo!”, afirmó).
Además, resaltó que “hay un ensayo donde uno elige un tema entre los tres que proponen. Si sacás más de cuatro y un promedio mayor de siete, pasas a la última etapa”, dijo, y agregó: “hay que destacar que esta parte es anónima, con talonarios que se cruzan y esto garantiza la transparencia; esto no pasa en muchos lugares del Estado”.
Al pasar las etapas, también hay un coloquio de actitud diplomática frente a cinco embajadores argentinos que pueden preguntar lo que quieran. “En mi caso yo hablé de inversiones extranjeras y de Sarmiento de Junín, el equipo que soy hincha”, recordó. Una vez que se obtiene esa calificación, se realiza un promedio y un determinado número de personas es el que logra ingresar al Instituto de Servicios Exteriores.
Explicó que una vez dentro, se transita dos años como becario y luego dos años en el Ministerio de Relaciones Exteriores en un área a determinar. Posteriormente, se concursa para ir a otro país.
Indicó que “hay rangos con escalafones, parecido a la carrera militar; de hecho no sé ni dónde voy a estar, ni que tema tratar”. “A mí me interesa tratar promoción de inversiones extranjeras”, añadió.
Sostuvo que “hay un tema que no está en los medios, pero en los ´90 Argentina firmó una serie de tratados que facilitaban la llegada de inversiones con ciertas protecciones”. En ese marco, aseguró que “estos tratados aún están vigentes”.
Sobre el final de la entrevista, Claudio consideró que “ser diplomático es una carrera de servicio, o sea tengo que estar disponible para el destino que me envíen. Se requiere estabilidad, ya que desde el momento que suba al vuelo voy a estar representando a mi país”.