Tal como es de público conocimiento, desde hace casi 20 días un perro forma parte del programa Gran Hermano, que se emite a través de la pantalla de Telefé. Se trata de Arturo, un mestizo galgo que fue abandonado en un descampado de Bragado junto a su hermano Pochoclo y un grupo de rescatistas lo entregaron a la producción del reality con la intención de que tenga una mejor vida y sirva para concientizar sobre la importancia de cuidar a los animales. Anoche uno de los participantes del programa (el “Chino”) manifestó sus intenciones de adoptarlo, pero esta tarde tomó estado público un comunicado de los rescatistas en el que solicitan retirar el perro del lugar tras el grado de violencia que hay.
A Arturo se lo ha notado muy cercano al “Chino”. Desde un primer momento crearon una conexión muy importante, lo cual es notorio porque el animal pasa gran parte del tiempo junto a él, e incluso intenta defenderlo cuando otros participantes le gritan.
El problema es que en la casa de Gran Hermano existe un clima casi permanente de tensión, con peleas constantes entre los participantes, quedando el perro en medio de los conflictos. Es más, en una oportunidad se vio a “Furia” tratándolo con enojo por el perro emitía ladridos ante uno de sus habituales momentos de discusión.
Frente a todo eso, la asociación “Huellitas Perdidas”, que fue la que puso a disposición el animal, emitió un comunicado con la intención de “manifestar nuestro descontento con los hechos que se están sucediendo en la casa de Gran Hermano respecto de Arturo; un perro rescatado del maltrato, que ingresó al programa para que sea su hogar de tránsito, los participantes le brinden los cuidados necesarios que un animal necesita y posteriormente sea dado en adopción”.
Remarcaron que “la intención siempre fue generar un mensaje de concientización sobre la importancia de involucrarse, rescatar, transitar y dar en adopción. El programa, uno de los más vistos de la tv Argentina, nos daba la pantalla necesaria para poder dar ese mensaje, siendo esta tarea la que hacemos a diario con todo el equipo de Huellitas, como también miles de rescatistas del país”.
Indicaron que es “un labor que cada día es más costoso y nos genera un esfuerzo enorme, y donde la falta de políticas públicas nos llevan a que debamos difundir y contagiar el trabajo que se realiza a través de los medios que si nos dan el lugar para hacerlo. Hoy, con lo acontecido, creemos que no fue correcta la decisión, siendo que se sobrepasaron límites, que desde lo que nos respecta, no son sanos para Arturo. NOS EQUIVOCAMOS”.
Manifestaron que “debido a los hechos de suma violencia, producidos recientemente, generados entre los participantes del reality, consideramos que ya no es un ´hogar´ adecuado para Arturo, por lo que, solicitamos inmediatamente a la producción de Gran Hermano Argentina la restitución del perro, poniendo a disposición, por parte de esta agrupación, hogar de tránsito, cuidados necesarios y posterior adopción, supeditada a su correspondiente ´formulario de adopción´”.
Aclararon que “el perro siempre estuvo a resguardo de cualquier tipo de acto agresivo y en permanente control por parte de un equipo de profesionales en la materia, aun así, siendo que acontecieron hechos de público conocimiento, ya no es un lugar apto para Arturo, como no lo sería para ningún animal que los padezca”.