La lucha feminista no es un fenómeno nuevo, ni tampoco una moda pasajera. Data de mucho tiempo, pero con un marcado crecimiento desde el 3 de junio de 2015 cuando gran parte de la Argentina se detuvo para gritar “Ni Una Menos”. Siete años han pasado de aquel momento, quedando vigente un fuerte espíritu de cambio, el cual nos interpela como sociedad y plantea grandes desafíos pendientes. ¿Hubo un avance?, ¿qué es lo que se busca?, ¿quiénes deben sentirse aludidos?, ¿cuál es el camino?… La agrupación Histórikas y el grupo de Tamboras “4 Locas” nos invitan a reflexionar.
El mensaje de cada espacio feminista ha quedado plasmado a través de sus redes sociales (este año no hubo movilización). En el caso de Histórikas focalizó en los motivos de aquella primera marcha y en la diversidad de connotaciones que se encuentran contenidas en la frase “Ni Una Menos”. Detalla los efectos que genera la violencia machista y el patriarcado, e incluso plantea cuáles deben ser los próximos pasos de la revolución feminista. Lo conecta con temas directamente vinculados con las mujeres, pero también con otros en los que considera que hay algunos puntos de contacto solapados como la deuda con el FMI, la justicia ambiental y las diversidades.
Por su parte, Tamboras “4 Locas” optó por pensar el “Ni Una Menos” en el ámbito local. Recordó la masividad de la primera marcha, pero la contrastó con el menor involucramiento con la causa feminista que notó después. Remarcó que es mucho lo que falta y nombró quiénes tienen un mayor grado de responsabilidad en involucrarse con los cambios, siendo los medios de comunicación uno de los ejemplos (a lo que adherimos). “Que cada 3 de junio no sea una fecha vacía de contenido. Que sea para la reflexión, la descolonización mental y para la reeducación en el respeto que necesitamos”, concluye.
MENSAJE DE HISTÓRIKAS FEMINISMO POPULAR (TEXTUAL)
EL Ni una Menos surge en el 2015, es un movimiento formado por mujeres y diversidades de Argentina y el mundo a las calles. Somos una ola feminista que nos hemos organizado para visibilizar y erradicar las violencias y los femicidios, somos la lucha histórica de las organizaciones en territorio. Nuestras ancestras que han sido y son pioneras y sostén en tiempos donde el feminismo ni las disidencias estábamos “en agenda” ni éramos una marea colectiva.
Después de muchos años de demandar por políticas públicas que prevengan las violencias estructurales y los asesinatos en manos del patriarcado, se transformó este grito cada vez más colectivo en una asamblea abierta popular donde las mujeres y diversidades tomamos el espacio público con nuestros cuerpos y palabras. Donde se escuchan las voces de todas y todes, voces que han sido silenciadas y negadas históricamente. Nos encontramos y marchamos juntas en la calle, escenario también vedado para nosotras, ya que hemos sido confinadas antiguamente (y en este presente aún persiste) al ámbito hogareño.
El Ni Una Menos representa además la lucha contra las políticas neoliberales y de la derecha que feminizan la pobreza y visibiliza y memoriza la violencia de las dictaduras como formas planificadas de disciplinamiento y control sobre nuestros destinos.
Somos lucha y movimiento que venimos de muchos lugares de militancia y de caminos. Un gran encuentro intersectorial donde la singularidad y diversidad se nos presenta para salir de lo normativo conceptual y pensar en una pluralidad que nos encuentre en la construcción de feminismos y trasnfeminismos. (populares, antirracistas, antibiologicistas, accesibles e inclusivos)
Si bien en este 2022 contamos con una conquista en materia de derechos y con un Gobierno Nacional y Popular que acompaña con políticas públicas con perspectiva de género, seguimos llegando tarde. ¡Necesitamos avanzar sobre una reforma de la justicia feminista ya!
Porque nos estan matando, desapareciendo, mutilando y violando. Porque seguimos siendo territorio de sacrificio para el patriarcado.
El lema de este Ni una MENOS y que es época en su condición opresiva es:
Vivas y Libres Nos queremos
La deuda es con nosotras.
La deuda es con nosotres.
Los feminismos luchamos contra el modelo opresivo que impone el capitalismo neoliberal en su chantaje accionado por la toma de deuda que contrajo el gobierno de cambiemos con el FMI por encima de las mayorías sociales, entregando soberanía, elevando los niveles de pobreza, ( y sabemos que siempre la peor parte de este empobrecimiento la tienen las mujeres y diversidades)
¿Cómo pensar un avance en las conquistas de derechos en una sociedad fragmentada en su tejido social? No aceptamos que la deuda se pague con el extractivismo sobre nuestros cuerpos y madretierra, con ajustes y entrega de soberanía. Luchamos por un sistema y modelo económico que no dañe la Naturaleza, que nos cuide y cuide nuestros territorios y nuestras vidas. Luchamos por el derecho a la tierra. Hartas de ver como reprimen a los pueblos originarios y los desplazan en favor de la deforestación y del avance del agronegocio corporativo en detrimento de nuestros suelos y ecosistemas.
¡Porque Sin justicia ambiental no hay justicia social! Porque sin justicia feminista tampoco hay justicia social! No se puede luchar contra una injusticia y dejar de lado las otras violencias e injusticias. Donde hay vulnerabilidad por un modelo opresivo histórico hay violencia y vulneración sistemática de ese mismo sistema. Paren de matarnos.
Decimos la deuda es con nosotras y nosotres porque nuestros cuerpos son les más perjudicades por la desocupación, la feminización de la pobreza, la brecha salarial, el trabajo precario y la falta de accesibilidad. Toda una concatenacion de violencias. Somos nosotres (las mujeres cis y trans, travestis, lesbianas, bisexuales, no binaries, las campesinas, las personas con discapacidad, diversidad funcional; las mujeres indígenas, originarias, afro argentinas, negras y afrodescendientes.) las y les que más sufrimos la violencia y el saqueo capitalista a costa de nuestros cuerpos y territorios. Paren de matarnos.
Paren de matarnos.
La deuda es por la precarización del trabajo llamado formal y de las economías populares invisibilizadas y mal pagas. Por el abandono de nuestros barrios y comunidades.
Paren de matarnos.
Porque a mayor desigualdad mayor violencia
Por qué decimos Ni Una Menos
Por qué gritamos paren de matarnos
Por qué salimos a las calles a decir Vivas, Sin Miedo y Libres nos queremos
Por las que ya no están y las que peligran
Queremos una reforma de la justicia feminista ya. Seguimos llegando tarde y nos están matando.
Queremos saber dónde está Tehuel?
Nos vemos en las calles compañeres.
MENSAJE DE TAMBORAS “4 LOCAS” (TEXTUAL)
Este 3 de junio se cumplen 7 años de la 1ra marcha por el “Ni una menos”. Ese día la plaza 25 de mayo de nuestra ciudad estaba colmada de gente. Dimos por sentado entonces que a la sociedad le importaba las situaciones de violencia en la que viven muchas mujeres y que no estaba dispuesta a seguir tolerándolo. Pero nos equivocamos. Los sucesivos 3 de junio contaron con una asistencia muy inferior, las elecciones habían pasado, y tenemos un diputado nacional que sigue votando en el Congreso a favor de la desigualdad de las mujeres. Nada ha cambiado desde aquel entonces. Sigue habiendo un femicidio por día. Una mujer menos en la sociedad, víctima de un femicida que no tolera sus ganas de ser independiente.
Las leyes son más duras, pero no evitan el crimen. La antropóloga Rita Segato afirma que no debemos ser punitivistas, y que hay que trabajar en la educación. Nos preguntamos ¿Qué educación? ¿La de “algunas docentes” preocupadas por el tema y ninguneadas por el resto de sus compañeres?¿La educación de los hogares con madres sometidas a los criterios tradicionales? ¿La de los medios de comunicación que siguen cosificando a las mujeres ?¿La de los procesos judiciales en manos de profesionales de la abogacía que desconocen la perspectiva de género en la toma de decisiones? ¿La de la música de moda y los videoclips?
El patriarcado no se va a caer. Parece que se fortalece ante cada avance de las mujeres, cuyos DDHH están sometidos a permanente revisión o desobediencia en cada ámbito donde nos desenvolvemos. Sin embargo, y a pesar de esta realidad que nos confunde pero que no nos paraliza, preferimos seguir dando pelea de la manera que podemos. Visibilizando la injusticia, reclamando y proponiendo acciones para el buen vivir.
Deberíamos felicitarnos cada día por la concreción de nuestros anhelos, en lugar de asombrarnos cada vez menos porque encontraron el cadáver de una mujer. Que cada 3 de junio no sea una fecha vacía de contenido. Que sea para la reflexión, la descolonización mental y para la reeducación en el respeto que necesitamos.