UN INFORME DE LA UCA Y DATOS PARA PENSAR. Si bien el 80% de la infancia y adolescencia de la Argentina urbana forma parte del sistema de seguridad social (lo cual trajo beneficios como una mayor concurrencia escolar), aún un alto porcentaje tienen dificultades para conseguir alimentos. Preocupan los índices de pobreza e indigencia, las condiciones inadecuadas de saneamiento, inconvenientes en el ámbito educativo y de socialización.
Escriben: Leonel G. Avila / Marcelo Bondoni
Una vez más, la Universidad Católica Argentina, más conocida por su abreviación UCA, dio a conocer un extenso y pormenorizado informe sobre la situación que atraviesa la infancia en nuestro país en relación con los correspondientes logros y pérdidas. El mismo no ahorró elogios a la Asignación Universal por Hijo (AUH) impulsada desde el Gobierno Nacional, pero tampoco críticas por la carencia de derechos en más del 57% de los niños. Cabe señalar que la presentación oficial de la investigación se realizó en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, oportunidad en la que participó Eglobal Argentina TV en su calidad de productora de contenidos audiovisuales.
“Muchos niños desde el principio son rechazados, abandonados, despojados de su infancia y de su futuro. Alguno osa decir, casi para justificarse, que ha sido un error hacerles venir al mundo. ¡Esto es vergonzoso! ¡No descarguemos sobre los niños nuestras culpas! Los niños no son nunca “un error”. (…) ¿Qué hacemos con las solemnes declaraciones de los derechos del hombre y del niño, si después castigamos a los niños por los errores de los adultos? Aquellos que tienen la tarea de gobernar, de educar, pero diría todos los adultos, somos responsables de los niños y de hacer lo que cada uno de nosotros pueda para cambiar esta situación. (…) Cada niño marginado, abandonado, que vive por la calle mendigando e intentando sobrevivir de cualquier manera, sin escuela, sin atención médica, es un grito que sube a Dios”, fueron las palabras del Papa Francisco que resonaron en la sede la UCA tras la presentación del informe de la Infancia.
Muchos son los motivos que ameritan nuestra atención en la investigación de la Universidad Católica Argentina, pero fundamentalmente por la cantidad de hogares consultados (en total sumaron 5700) y por implicar un seguimiento ininterrumpido desde el 2010 en varias cuestiones de interés para la vida humana y en especial en los niños y adolescentes. Su nombre lo dice todo: “Situación de la Infancia en el quinto año del período del Bicentenario. Mayor protección social, privaciones y desigualdad (2010, 2011, 2012, 2013, 2014)”.
EL INFORME
La investigación plantea a la falta de información en materia de estadísticas como una deuda pendiente. “No publicando las cifras de la pobreza, en la Argentina, se (in)visibiliza a poblaciones que experimentan carencias sociales injustas y particularmente graves cuando se es niño/a, y por otro lado, porque se contribuye al desconocimiento sobre aspectos que son esenciales a la construcción de políticas públicas y estructuras de oportunidades de la que participa no solo el Estado, sino también otros agentes sociales”, indica.
Según el informe, el Gobierno Nacional no ha estado exento de logros, dado que “en la última década se ampliaron los derechos sociales y mejoraron las estructuras de oportunidades de amplios sectores de la población, entre ellos, poblaciones especialmente vulnerables como la niñez y la adolescencia”. Reconoce a la Asignación Universal por Hijo como “la política pública más relevante” para la infancia y adolescencia (llega al 80%), ya que entre 2010 y 2012 “tuvo efectos positivos en la pobreza extrema, en la inseguridad alimentaria, en la escolarización y en la merma del trabajo infantil“. “Procura garantizar equidad en la infancia en relación al sistema de seguridad social, mientras no logra pleno empleo en condiciones de formalidad laboral para la población adulta”, sostiene.
Sin embargo, aún falta mucho por hacer, lo cual también se debe al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. “La progresiva inflación, la retracción de la inversión y la demanda de empleo, se han convertido paulatinamente en el nuevo escenario socioeconómico de la Argentina“, lo cual se refleja en duras consecuencias para los más pequeños: el 57,4% de la infancia se encuentra privada de derechos básicos como el de vivienda, saneamiento, alimentación, estimulación temprana, información, educación o salud; peor aún es el caso en el 18,3%, lo cual representa a 2 millones de niños.
De acuerdo las estadísticas del informe, en el 2014, el 40% de la infancia y adolescencia urbana pertenecía a hogares por debajo de la línea de pobreza económica, mientras que el 9,5% por debajo de la línea de indigencia. Si bien hubo mejoras en la calidad de las viviendas, el año pasado el 17,7% de los niños residía en lugares precarios, el 19,9% en situación de hacinamiento y el 43,3% en condiciones inadecuadas de saneamiento. Datos no menores son los que refieren al nivel de acceso a los alimentos, ya que el 21,5% de la infancia y adolescencia pertenece a hogares con dificultades para su obtención, de los cuales el 8,4% registra privaciones alimentarias graves (alrededor de 950 mil niños/as y adolescentes).
Más allá de los avances, complejo es el panorama que vive la Argentina, lo cual también implica una gran responsabilidad para el periodismo ya que debe ser el encargado de darlo a conocer en procura de mostrar lo que ocurre. Según la UCA, 2 de cada 10 chicos no acceden a una alimentación en cantidad y calidad, información que complementa a la dura realidad que identificó el Ministerio de Salud de la Nación con un informe del 2013: 1 de cada 10 personas mueren por desnutrición. Entonces, tratar y mostrar al joven quom de 14 años que, con 11 kilos, falleció días atrás, ¿es amarillismo o una situación que debemos conocer y remediar?