Pertenece al Cuartel XII y es la localidad más lejana a la cabecera del Partido de Bragado. Su larga historia vinculada al cultivo de la tierra hoy la convierte en sede de la “Fiesta del Agricultor”.
Por Leonel G. Avila
Con el presente artículo, El Censor y Cuarto Poder Bragado presentamos a nuestros lectores la última localidad visitada en el recorrido por el interior del Partido de Bragado. Se trata de Irala, el pueblo más lejano a nuestra ciudad, pero uno de los más representativos de la zona ya que transformó a la agricultura en su principal característica. Su realidad no escapa a los beneficios y dificultades de éste tipo de lugares del interior de la Provincia, por lo que la lucha por evitar su desaparición bien podría ser descripta como central en el acontecer lugareño.
Irala es la cabecera del Cuartel XII del Partido de Bragado. La falta de un documento fundacional de la localidad hace imposible conocer su fecha real de surgimiento, motivo por el cual se estableció como tal a cada 8 de septiembre, en concordancia con el “Día del Agricultor”. De todas maneras no existen dudas que los orígenes del pueblo se remontan a principios del siglo XX, cuando la zona cambió su vieja fisonomía de pajonales tras la instalación de la estancia “Santa Isabel” y la inauguración, el 15 de agosto de 1905, de la estación “Irala” del “Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico” (reconvertido en 1948 en el “Ferrocarril General San Martín”). Así, de la mano de la actividad agropecuaria, el pueblo fue creciendo a tal punto que en 1927 llegó a contar con 2.439 habitantes, distribuidos en distintos solares (mayoritariamente pertenecientes a Inés Anchorena de Cobo) cuya primera división transcurrió en 1924. Pero, en 1935, un nuevo fraccionamiento a favor de la Sociedad Anónima Colonias y Estancias “El Rodeo” rebautizó al lugar como “Nueva Santa Isabel”, suplantando los campos de cereales por pastoreo y generando, en consecuencia, que gran parte de la población emigrara. Aquella situación logró modificarse en los ’40 y ’50, cuando el gobierno de Juan Domingo Perón expropió vastas extensiones de tierra, entregándolas a la colonización en pequeñas unidades económicas que sirvieron de motor para la “Colonia Irala”.
En cuanto al nombre de la localidad también tiene su historia. Data de más de 100 años antes a la fundación del pueblo, ya que fue elegido a fines del siglo XVIII por Félix de Azara durante la exploración de tierras que le ordenara realizar el virrey Pedro Melo de Portugal; la denominación homenajea a Domingo Martínez de Irala, conquistador español y dos veces Gobernador General del Río de la Plata.
Hoy nos encontramos con una Irala de calles de tierra, pero avanzando en la construcción de cordones cuneta. Como la gran mayoría de los pueblos rurales pequeños, se caracteriza por el silencio de sus calles y la tranquilidad de su gente. Consta con una enorme plaza principal (llamada “Manuel Dorrego”), en cuyo centro se destaca el “Monumento al Agricultor”; además posee juegos para niños y un busto del Gral. San Martín. En los alrededores se encuentran algunas de las instituciones más importantes de la comunidad, como la Capilla “Santa María Goretti”, la Cooperativa Rural Eléctrica (C.R.E.), el Jardín de Infantes Nº 907 “Martín Miguel de Güemes”, el Polideportivo y la Sala de Primeros Auxilios. También merece una atención especial la bella calle con boulevard lindante a la plaza principal, ya que sobre ella se encuentra la Delegación Municipal (donde funciona la Biblioteca Popular “Ricardo Güiraldes”) y la Escuela Nº 18 “Mariano Moreno”.
Bien podríamos decir que Irala tiene una excepcional ubicación para todas las actividades relacionadas con el agro, pero también es cierto que carece de buena accesibilidad ya que se encuentra en el centro de un “triángulo” comprendido por las Ruta Nacional Nº 7 y las rutas provinciales Nº 46 y 42 (aún sin asfaltar), obligando a sus habitantes a realizar un largo trayecto para acceder a cualquiera de estas vías de comunicación. Así lo comprobamos en nuestro viaje, cuando tuvimos que recorrer más de 16Km en un camino de tierra para llegar a la localidad (previamente habíamos transitado otros 35Km por la Ruta Nº 46).
Llegar a Irala es sin duda para cualquier bragadense un lugar acogedor, pero fundamentalmente el sitio donde más se materializa el espíritu de nuestro Partido a través de imágenes del caballo Bragado en carteles de antaño y hasta en una parada de colectivos con la leyenda “Bienvenidos a Irala”. De todos modos también hay otra realidad: al momento de salir del pueblo la gran mayoría de los iralenses prefirieron siempre dirigirse a las ciudades vecinas de Chacabuco o Junín y no a Bragado, no sólo por su cercanía (la primera se halla a 24Km y la segunda a 33Km, mientras que nuestra ciudad a 46Km) sino también por la falta de un acceso a la Ruta Nº 46 que permita hacer más viable el trayecto e integrar a ésta localidad definitivamente, y como corresponde, al Partido de Bragado. La promesa de su concreción ya la hizo el intendente Aldo San Pedro durante la campaña electoral de 2011, por lo que es de esperar que todo quede listo antes del término de su mandato; de lo contrario deben ser los propios iralenses los que hagan escuchar su voz y bregar para que todo no vuelva a quedar en la nada.
Irala no es la misma que en la década del ’20. Muchas cosas han mejorado, pero también otras tantas, como la desaparición del tren, fueron las que motivaron el decrecimiento poblacional registrado desde hace décadas. De las 664 personas que vivían en todo el Cuartel XII (370 en la localidad) en 2001, actualmente quedan 633 (Censo 2010), constituyendo un dato que necesariamente debe movilizarnos para que éste descenso no continúe acentuándose y sea el causante de la desaparición de la localidad. Claramente ha sido mucho lo que se hizo, pero también es mucho lo que falta.
Hoy Irala lucha por permanecer y crecer, siempre arraigada a su histórico sostén: el campo. Cada 8 de septiembre se celebra un nuevo aniversario del pueblo, pero además se realiza la tradicional “Fiesta del Agricultor” que, con sus espectáculos artísticos, desfiles y demás actividades criollas, atrae no sólo a los compueblanos de la zona sino también a turistas de todo el país. Por todo ello es que no creemos necesario esperar la pronunciación de la Legislatura Provincial para poder afirmar que Irala es y será la Capital del Agricultor.
EL FIN DE NUESTRO RECORRIDO
Finalmente éste recorrido por las distintas localidades del Partido de Bragado llegó a su fin. Tras un intenso trabajo de varios meses en el que intentamos reflejar la realidad de Asamblea, O`Brien, La Limpia, Olascoaga, Comodoro Py, Warnes, Salaberry, Mechita, Irala y hasta de nuestra propia ciudad; hoy nos enorgullecemos de haberlo terminado.
Se trató de una propuesta que no recordamos haber visto antes en un medio bragadense. Procuramos ser originales, pero sobre todo mostrar en hechos el federalismo que tanto se pregona (y que poco se ve).
Agradecemos a quienes siguieron cada uno de los artículos publicados y a todos los que enviaron sus opiniones.