El análisis sobre la decisión de Fernando Bevelacqua de terminar con la UDESO y formar Unión por Bragado junto a Fabio Bollini y Paola Alsina.
Por Leonel G. Avila
leonel.avila@hotmail.com
Más allá de que siempre se negó que la alianza entre Ricardo Alfonsín y Francisco De Narváez fuese únicamente un acuerdo electoral para sumar votos, me animo a decir que la gran mayoría de los argentinos sabía que dichas sospechas eran ciertas y que no pasaría mucho tiempo para que el radicalismo se distanciara de Unión Celeste y Blanco, y viceversa. También en el ámbito local era predecible una futura ruptura dentro de la lista de la UDESO, pero lo que seguramente sus votantes pretendían es que al menos se hiciese el intento de preservarla. De más está decir que finalmente la Unión para el Desarrollo Social quebró: ni Alfonsín ni De Narváez pudieron acceder a los cargos en los que se candidateaban, como tampoco lo logró el radical Fernando Neri en Bragado; quienes sí pudieron cumplir sus expectativas fueron Graciela Mocca, Fernando Bevelacqua y Martín Acosta, que desde el próximo 10 de diciembre tendrán una banca en el Concejo Deliberante. De todas maneras, lejos de tener que entenderse como victorias de la UDESO, el concejal electo Bevelacqua se ha encargado de que debamos hacer una distinción entre radicales y “bollinistas” tras haber decidido formar junto a Bollini y Paola Alsina un bloque separado de sus compañeros de lista. ¿Un buen accionar? El título de éste artículo adelanta mi postura.
Claramente no existe impedimento alguno para que cualquier concejal decida abandonar el Bloque para el que fue elegido y constituir uno nuevo con quien quiera. La pregunta que debemos hacernos: ¿es ética e ideológicamente correcto? Para quien escribe lo es, porque nadie puede ser obligado a formar parte de un grupo con el que no comparte la mayoría de sus ideas. Precisamente por eso es que este artículo no pretende cuestionar la creación de Unión por Bragado ni el accionar de los concejales Fabio Bollini y Paola Alsina. Tampoco critico el que Fernando Bevelacqua haya decidido unirse, pero en lo que sí estoy en desacuerdo, como seguramente muchos bragadenses, es el momento en que eligió para hacerlo.
Lo que cada uno espera ante una elección, es que se cumpla con lo prometido. Por eso es que durante mucho tiempo las candidaturas testimoniales fueron tema de polémica, como tantos otros casos. Aquí, si bien está lejos del mecanismo oficialista, la falta radica en que ni siquiera Bevelacqua esperó un tiempo considerable para verificar si sus desacuerdos con el radicalismo eran tan grandes como para separarse y constituir otro bloque; al menos tendría que haber existido el intento.
Lejos de minimizar las disconformidades generadas, las declaraciones que días atrás dio el electo concejal a los medios locales no hicieron más que empeorar la situación. Sostuvo que “lo de octubre fue una alianza electoral cuya fecha de vencimiento fue el día de los comicios”. Dejando de lado lo discutible que puede ser el mecanismo utilizado para acceder a una banca, la nueva pregunta que debemos hacernos es: en caso de saber de su futura separación de la UDESO ¿no debería haberlo anunciado durante la campaña a los votantes? Su accionar era predecible, pero, de la misma manera que convocó a los medios para anunciar la formación de un nuevo bloque, tendría que haberlo hecho para que los bragadenses pudieran elegirlo sabiendo cuál sería su actuación.
Tal como lo expresa el título del presente artículo, para quien escribe, la decisión de Fernando Bevelacqua constituye un mal comienzo para lo que será su gestión como concejal del Partido de Bragado. De todas maneras, lo más importante para poder evaluar su tarea es el trabajo que desempeñará durante los próximos cuatro años. Por lo pronto sus conceptos de la última conferencia de prensa son prometedores: dijo que tiene muchos proyectos para presentar, que dará gran importancia al contacto con la gente y que tendrá un rol controlador del Departamento Ejecutivo. Por eso, más allá de este disconformismo inicial, de más está desearle éxitos en el Concejo Deliberante por el bien de todos los bragadenses.