La concejal radical Lilián Labaqui lanzó un llamado de atención a los gobiernos nacional y provincial por la paralización de las obras hidráulicas del río Salado. La medida, que desde fines de febrero mantiene detenidos unos 30 kilómetros del Tramo IV, Etapa 2 (subtramos A, B y C), ha generado preocupación en distintos sectores, y para la edil se trata de una decisión “caprichosa” que pone en riesgo a miles de bonaerenses.
“No se trata de una simple construcción. Esa medida se transforma en un tapón para todo el sistema complementario previsto, poniendo en riesgo la seguridad hídrica de miles de productores, pobladores y empresas de esta parte de la cuenca”, advirtió.
En ese marco, la edil presentó un proyecto de resolución para que tanto el Concejo Deliberante como el Departamento Ejecutivo de Bragado se pronuncien formalmente, reclamando la reactivación de las tareas. Exhortó a Nación y Provincia a retomar las obras bajo un marco de “diálogo republicano, democrático, respetuoso y tolerante”, pero sin dejar de remarcar la urgencia de la situación.
“¿O quieren ocultarlo?”
Labaqui insistió en que el problema va más allá de lo técnico. “El avance de las aguas está a poco más de 150 km, aunque acá pareciera que casi nadie se haya dado cuenta… ¿o quieren ocultarlo?”, lanzó, visiblemente molesta por la falta de reacción de algunos sectores.
El tramo afectado se extiende desde la Ruta Nacional 205, en el partido de Roque Pérez, hasta el puente entre Ernestina y Elvira, en los partidos de 25 de Mayo y Lobos. Es parte de un sistema mucho más amplio, el Tramo IV, que con sus 212 kilómetros atraviesa ocho distritos, incluyendo Chivilcoy, Alberti, Navarro, Lobos y Bragado.
Además, la concejal denunció que los fondos para continuar existen, pero no se están usando. “Por un lado este obstáculo que es la paralización de los 30 kilómetros que impide avanzar y, por el otro, que se requiere anuencia nacional, no avanzan porque los bonaerenses estamos en medio de un tironeo político, cuando hay millones del Fondo Hídrico, que pagamos todos en las naftas y el gas de nuestros autos, durmiendo la siesta en el Banco Nación”, disparó.
“Después no lloremos”
En el mismo sentido, recordó que el proyecto de gestión de riesgo hídrico que presentó sigue sin tratarse en el Concejo. Plantea una serie de políticas locales de prevención y planificación, ante lo que considera una situación repetitiva en el territorio.
“Debemos convocar capacidad técnica y visión política integral sin egoísmos para dar una respuesta seria y definitiva a los vecinos sin mezquindades, egoísmo y disputas partidarias porque son ellos los que sufren con la falta de previsión”, subrayó.
Y cerró con una advertencia: “Después no lloremos, mientras seguimos imputándonos responsabilidades entre administraciones mientras no convocamos, con amplitud, a quienes pueden aportar su experiencia y su conocimiento”.