El fin de semana se vivió una nueva edición de la Fiesta Nacional del Caballo, y, como siempre, se reavivó la polémica por los stands que se colocaron en las calles Pellegrini y Mitre. Muchos cuestionaron el rubro de vendedores tras considerar que había poco tradicionalismo y volvió la frecuente comparación con los comercios de La Salada y Once. Sin embargo, lo que muchos desconocen es que eso que buscaban, estaba en la laguna…
Un dato importante dentro del debate es que los puesteros aportan un dinero de gran utilidad para la Comisión de la Fiesta, siendo el que termina sosteniendo algunas de las actividades que se desarrollan en el evento; por lo tanto, seguramente los stands seguirán estando siempre… la pregunta es: ¿hay que clasificar qué tipo de cosas se deberían vender? Allí está el nudo de la cuestión.
Para algunos, no es apropiado que en la zona céntrica se vendan cosas que no estén vinculadas al tradicionalismo, lo cual es debatible. Pero también en algunos casos esconde una mirada despectiva hacia los stands de ropa a bajo costo, como si la modalidad Once o La Salada fuese algo malo, desconociendo la realidad palpable de que muchas personas de Bragado esperan todo el año ese tipo de puestos para realizar compras.
En ese marco, este año volvió a ocurrir lo mismo: hubo pocos stands tradicionalistas en el centro y muchos en la laguna, con la diferencia que al estar en ese otro sitio hay muchas personas que no se enteran.
Entonces, bien vale la pregunta: ¿por qué los vendedores camperos eligen instalarse en el Parque Lacunario? Y llega una respuesta lógica: porque ahí es donde está el mayor público al que apuntan.
Tal como contamos en otras oportunidades, la Fiesta del Caballo se vive totalmente distinto en la laguna, ya que allí es donde más prima el tradicionalismo a través de la gran cantidad de acampantes que se instalan y las distintas actividades que se desarrollan en el campo de destrezas. Frente a ello, parece entendible que los vendedores camperos opten por ese sitio y no tanto por los puestos del centro, quedando los otros disponibles para los vendedores de otros rubros.