Tal como es de público conocimiento, el diario El Censor, decano de la prensa local, se encuentra atravesando una nueva etapa en su larga historia de 115 años. El medio gráfico fue comprado por el empresario Martín Talotti, desencadenando una serie de cambios que tienen a Moises Vásquez como uno de sus principales impulsores. Algunos ya se han notado con el correr de las semanas, derivando en todo tipo de opiniones, por lo que resulta interesante conocer cuáles son los proyectos que tienen en mente y, al menos por esta vez, volver a contarle a nuestros lectores qué se trae nuestro viejo colega…
La historia de CUARTO PODER ha estado ligada a El Censor durante mucho tiempo. Como muchos recordarán, fue la página oficial del diario durante 5 años (desde 2011 hasta el 2016), siendo el primer vínculo que tuvo el medio centenario con el mundo de internet. En determinado momento nos independizamos, siguiendo caminos por separado, pero siempre manteniendo una relación de mutuo respeto y cariño, por lo que nuestro interés sobre lo que ocurre con el diario siempre se mantuvo intacto.
Dado el nuevo contexto y los cambios pronunciados que se están viendo a través de sus páginas, dialogamos con Moises Vásquez, quien se animó a hablar de todo, sin pelos en la lengua…
LA ENTREVISTA
-¿Cuáles son los planes que tienen?
– En un principio, la idea del diario es volver a construir una imagen seria en cuanto a la línea editorial y también plantar un eje de lo que significa la comunicación desde el papel en estos tiempos en que los medios gráficos se han dejado de comprar.
Queremos involucrar a sectores de la sociedad que no tenían un vínculo con el diario, como es el caso de la Escuela Técnica, que va a empezar a tener su página todas las semanas; y también poder renovar los temas que se publicaban en el diario, involucrando a escritores que en su mayoría están recibidos en Filosofía y Letras.
-Hablabas de la línea editorial, ¿cómo encaran eso? Hemos visto que en algunas cuestiones no le escapan a la polémica…
– La línea editorial está definida sobre un principio fundamental, que es establecer una visión cumpliendo el método científico experimental, que es: ´algo tiene que haber pasado y es fundamental que se cuente´. No se lo hace desde un sentido ideológico, ni tampoco se escribe desde intereses superfluos, económicos, morales, éticos o partidarios. La idea es contar lo que pasó y después se analizan distintas aristas.
-En tu caso, ¿qué rol cumplís actualmente?
– En estos momentos estoy haciendo una intervención, que es muy limitada porque también tengo otros objetivos. Estoy en la etapa de transición porque, como todos ya saben, el diario se vendió.
Ahora estoy definiendo la línea editorial y todas esas cuestiones como si fuera un director provisorio. Trato todo lo que tiene que ver el contenido, el armado publicitario y las relaciones con las instituciones.
Tengo que ser sincero y decir que ya estoy llegando a esos objetivos puntuales que se me determinaron y no me queda mucho, porque es por un período determinado. Después pasaré a lo mío, que es ser un agente de prensa.
Creo que el diario se merecía esto. Ustedes saben la rica historia que tiene y creo que la base sobre cómo vamos a laburar están por alcanzarse. Y lo que queremos es eso: que las instituciones se expresen, que opine la mayor cantidad de gente posible sobre las cosas que pasan.
-¿Cómo es el trato con el nuevo dueño?
– Es cordial, propio de lo que tiene que ser la nueva intervención.
Yo tengo mucha relación con los que están tratando en la parte legal, entonces estoy muy al tanto con los abogados y con la gente de la gestión anterior porque muchos de ellos van a seguir trabajando.
O sea, con el dueño hay un trato formal donde comunico si alcancé los objetivos y cómo están las cuestiones que me asignaron. Obviamente no es un trato constante porque, como se imaginarán, es un empresario que tiene muchas cosas…
– En cierta forma les dio libertad de acción…
– Sí, con una idea muy clara. Él es un chico joven y quiere que el diario sea del pueblo, que vuelva a ser de la ciudadanía.
– ¿Y cómo sienten el tema de la historia del diario, siendo que es muy amplia, con variadas miradas políticas a lo largo de sus 115 años?
– En lo que hace a las cuestiones subjetivas o políticas, obviamente cada cual creerá ciertas cosas. pero lo que pensamos no define la identidad de lo que se está formulando como línea editorial de cara a los distintos actores de la sociedad. Lo importante es entender que el diario es un agente de prensa multifacético.
Como es un medio de comunicación con tanta historia y tantos años, puede abrazar a todas las ideologías y reflejar lo que dice cada una. Lo importante es que el diario mantenga una ética con la libertad de expresión, que todos puedan decir lo que piensan; que irrumpa en este modernismo de la cancelación, de la prohibición de ciertas ideologías como ha pasado en los últimos años, donde minorías se han organizado y han creído que tienen la iluminación o autoridad moral para silenciar diferentes pensamientos.
Es un diario que tiene 115 años y pasó por todas las etapas. Tuvo un período conservador, otro anarquista y otro revolucionario… y hoy es un ´abuelito’ con mucha experiencia que puede decir ´vamos a contar lo que dicen todos’.
– Hablanos de proyectos puntuales que tengan en mente.
– Van en línea con lo que dije. Que todas las instituciones puedan expresarse en un medio de comunicación como corresponde: que todas las iglesias se involucren, también los clubes, los partidos políticos, las escuelas y las asociaciones sin fines de lucro.
Además queremos que los escritores y artistas tengan participación: Emanuel Bibini va a publicar su séptimo libro en el diario, y así otros…
– Tenés el espacio para agregar lo que quieras respecto de esta nueva etapa del diario.
– Lógicamente todo esto genera una alteración de lo que es el status quo de la comunicación. Hay sectores que están un poco incómodos porque no entienden que el diario se planta en un lugar donde lo principal es contar los hechos. Obviamente, eso genera bastantes resquemores y de hecho ha circulado información trucha por algunos portales y hay mensajes dando vuelta donde uno interpreta que tienen cierta intencionalidad de generar un desprestigio o alterar este proceso que estamos viviendo…
-¿Por ejemplo a qué te referís?
– Hay portales que hoy están asociados a personas que están cerca de determinados actores políticos y han compartido noticias falsas sobre El Censor, diciendo que estaba por cerrar. Sin dudas, en el momento en que lo agarramos estaba en una situación crítica, pero no era verdad todo eso.
O pasa que hay actores políticos que por ahí no están de acuerdo, o que no están acostumbrados a la crítica, como es el caso de Daniela Monzón. Tiene amigos que en un momento estuvieron con los ´libertarios con Barenghi’, que, según la información que yo tengo, se dedican a hacer ese tipo de operaciones. Es entendible que hagan una defensa, pero no es correcto que ataquen a un medio tan importante y con tantos años.
La gente tiene que estar atenta porque, seguramente, van a seguir habiendo sectores políticos que van a tratar de generar un descrédito del diario por el posicionamiento que tiene. Tienen que estar tranquilos que estamos trabajando para todo lo contrario, para enriquecer el diario y que mucha gente pueda participar a través de sus hojas, y también está en alta la web.