Tal como es de público conocimiento, el pasado domingo el Concejo Deliberante fue espacio de una nueva polémica, casi en simultáneo a la asunción de los flamantes concejales. Esta vez surgió de manos de Daniela Monzón, quien planteó eliminar el cargo de secretario legislativo, obteniendo el apoyo de su par Germán Díaz, pero el rechazo del resto del Cuerpo. Ante ello, hubo un fuerte pronunciamiento de la Juventud de La Libertad Avanza a través de las redes sociales, con la siguiente pregunta retórica: “si esto no es la casta, ¿la casta dónde está?”.
Según el comunicado, fue un “debate candente que puso de manifiesto las divergencias fundamentales sobre el manejo de los fondos públicos“.
Recordó que el cargo de secretario administrativo – posiblemente se refiera al legislativo- fue creado en 1990. “La solicitud -de eliminación-, al aparentemente sencilla en su naturaleza, se convirtió en un punto de discordia”, narró.
Resaltó que La Libertad Avanza, “respaldado por un análisis detallado, argumentó que ese cargo, lejos de cumplir una función concreta y necesaria para la eficiencia municipal, sólo contribuye a generar un gasto innecesario para Bragado, estimado en 15 millones de pesos anuales“. Sin embargo, reprochó que “‘la casta’, por su parte, votó en contra de esta propuesta, defendiendo la continuidad de un cargo que ha perdurado por más de tres décadas”.
Manifestó que, “este actuar, aunque respaldado por la tradición, plantea la interrogante sobre la adaptabilidad de las estructuras municipales a las necesidades cambiantes de la comunidad. Eliminar el secretario administrativo -legislativo-, no implica un menoscabo del trabajo municipal, sino más bien una optimización de recursos“.
“En tiempos donde la austeridad y la eficiencia deben primar, es imperativo cuestionar la relevancia de roles que no se ajustan a las demandas contemporáneas”, concluyó.
Vale recordar que la moción de Monzón fue rechazada por el voto negativo de 16 de los 18 concejales. Marita Gelitti (Acción para el Desarrollo), Mauricio Yaffaldano (Unión por la Patria) y Germán Marini (Unión por la Patria) argumentaron que no era oportuno ese tipo de debates en dicha sesión, ya que no se ajustaba al reglamento interno del Cuerpo y también porque ameritaba la presentación de un proyecto y su tratamiento en Comisión.