Por Leonel G. Avila
Transitar las calles de Bragado y ver los edificios históricos que tanto lo caracterizan, puede llevarnos a olvidar que no siempre estuvieron ahí y que alguna vez existió un pueblo o ciudad muy distinto al que hoy conocemos. Un ejemplo es la manzana que comprende las calles Núñez, Urquiza, Macaya y Avellaneda, donde desde hace 75 años funciona la Escuela Normal. ¿Alguna vez te detuviste a pensar que había antes en ese lugar? Te lo contesto: una plaza; primero se llamó “9 de Julio”, luego “Plaza de la Cruz” y finalmente “Plaza de Ejercicios Físicos”.
Aunque cueste imaginar, el espacio público existió allí casi la misma cantidad de años que ahora llevamos en Bragado con el edificio de la escuela, ya que se trató de una plaza durante por lo menos 60 años. Posiblemente en un principio habrá tenido poca definición y quizás se parecía más a un terreno baldío, pero lo cierto es que ya en 1882 (hace 141 años) aparecía mencionada en un plano que publicó el periódico “El Pampero”.
Eran momentos en que ni siquiera las calles se llamaban igual. Tal es así que Núñez y Macaya eran Mitre y Alsina; mientras que Avellaneda se llamaba Córdoba, y Urquiza era San Luis.
Poco se sabe sobre cómo era el lugar en sus tiempos como Plaza “9 de Julio”, aunque podemos aventurarnos a imaginar que seguramente ha sido muy sencilla (quizás al extremo) dado que era una zona del pueblo en la que aún había pocas viviendas, e incluso en un comienzo ni siquiera estaba la Escuela 4 en la manzana de enfrente (se inauguró en 1882 en un edificio de la calle Rivadavia, casi Balcarce).
Quizás cuando empezó a tomar un poco de forma fue a partir de 1893, cuando el entonces intendente Andrés Macaya le pidió al agrimensor Domingo Duaghon que avanzara en su delineación, aunque en ese entonces ya con el nombre “Plaza de la Cruz”, que pareciera haber convivido durante varios años con su denominación inicial.
Bien vale la pregunta, ¿por qué se llamó “Plaza de la Cruz”? La repuesta la podemos encontrar hoy en Cementerio Municipal, ya que allí se conserva una cruz de hierro de gran tamaño, la cual anteriormente estuvo ubicada en esa plaza. Según lo averiguado, el símbolo religioso fue construido en 1880 y traído a Bragado por los padres misioneros, mientras que el cura párroco Santiago Plaza fue el que dispuso su reubicación tras la construcción de la Escuela Normal.
En ese marco, es probable que el nombre oficial de la plaza siempre haya sido “9 de Julio”, mientras que la denominación “de la Cruz” se haya instalado en forma popular ante ese elemento que tanto la caracterizaba… es decir, algo similar a lo que ocurre actualmente con la plazoleta “Candelario Gérez”, a la que casi todos llaman plazoleta del ombú por el histórico ejemplar que existió allí hasta el año pasado.
¿Cuándo cambió definitivamente de nombre? A partir de 1921, cuando se convirtió en un espacio para realizar actividades deportivas. En 1919 el Concejo Deliberante dispuso “construir una plaza de ejercicios físicos lo más completa posible en comodidades”, tras considerar ese lugar estratégico: “por ser su ubicación la más inmediata a todas las escuelas de la ciudad y por lo tanto de acceso fácil para los alumnos de las mismas”.
Vale destacar que en la plaza no sólo realizaron actividades deportivas las distintas escuelas de Bragado, sino que además sirvió de espacio para que se disputaran distintos partidos de fútbol entre los clubes resonantes de aquel entonces: Porteño, Huracán y Moreno. También se han instalado allí distintos circos o parques de diversiones cuando visitaban la ciudad. “A nadie pasará inadvertida la importancia que para una población como Bragado significa un campo de deportes donde la juventud pueda adquirir y desarrollar la cultura física por medio del sport. […] Con la cancha de deportes se brindó también al pueblo un lugar de distracción que ofrece todas las comodidades de un paseo”, publicó el 1° de octubre de 1921 el diario “La Época”, que ya no existe.
Sin embargo, con el tiempo cambiaron las posturas y se consideró más apropiado darle una nueva utilidad al lugar, frente a la necesidad que tenía la Escuela Normal de contar con un edificio propio, ya que en ese entonces estaba compartiendo las instalaciones con el Instituto Incorporado Comercial (luego llamada Escuela de Comercio). Fue así como el Concejo Deliberante donó el terreno en 1936, marcando el comienzo de lo que sería el final de aquella “Plaza de Ejercicios Físicos”.
Pero… ¡atención!, porque no es menor el hecho que estamos en Argentina y que las medidas tienden a dilatarse un poco. Pasaron muchos años hasta que la Escuela Normal se instaló definitivamente allí, ya que el 30 de agosto de 1938 se colocó la piedra fundamental que marcó el inicio de la obra, pero el edificio no se terminó hasta el año 1948 (10 años después).
Hoy estamos próximos a celebrar los 110 años de la Escuela Normal. Frente a tal contexto, es interesante saber que no siempre estuvo en el mismo sitio (el edificio tiene 75 años) y que antes hubo allí otra cosa: una plaza que el tiempo parece olvidar, pero que la historia debe recordar…