Por Leonel G. Avila
No caben dudas que la prensa gráfica constituye la base del periodismo local. No sólo porque ha marcado sus inicios y fue testigo de gran parte de la historia de la ciudad, sino también porque aún hoy sigue estableciendo agenda en algunas cuestiones (cada tanto podemos ver alguna noticia o adelanto que no salió en ningún otro lado, a pesar de la inmediatez que caracteriza a los medios digitales). Tal es el caso del Diario La Voz, a quien desde CUARTO PODER le tenemos el mayor de los respetos, agradecimiento y admiración; el 11 de octubre se cumplieron 11 años desde que fue rebautizado con la denominación actual, pero todos sabemos que en realidad es una especie de continuidad del viejo “La Voz de Bragado”, por lo que hoy, 17 de diciembre, es sumamente justo e importante festejar con bombos y platillos su cumpleaños N° 60.
Bien merece el actual slogan “Juntos hacemos historia” con el que sale a la calle cada día, pero también resulta oportuno recordar aquella frase que lo llevó a la popularidad en su antigua etapa, “una verdad a diario…”, que incluso llegó a tener su propia canción para las publicidades de radio y televisión (a más de uno seguramente le resonará en su cabeza).
Cuando llegó La Voz, ya habían existido innumerables diarios y periódicos en nuestro distrito; pero para aquel entonces, año 1962, muchos ya habían desparecido o estaban en su etapa final. Sin embargo, La Voz de Bragado logró imponerse en la comunidad y convertirse en un actor clave para comunicar todo lo que sucedía, y también supo enfrentarse a quien consideró necesario cuando la libertad de expresión estaba en peligro.
No cualquier medio tuvo las agallas para alertar sobre los desaparecidos como lo hizo en la última dictadura militar, e incluso para publicar un artículo en tapa con la frase “no tenemos miedo” como ocurrió el 6 de enero de 1977. A eso se suman sus innovaciones tecnológicas a lo largo del tiempo (en 1964 instaló una radio-teletipo que permitió que Bragado tuviera por primera vez noticias del mundo a través de la United Press), o sus aportes especiales para la población, como por ejemplo cuando colocó una cartelera en su vidriera para que la gente pudiera enterarse las noticias antes que salieran en el papel (fue una gran atracción en su momento).
El propio Hugo Oscar Soto, fundador del diario, me comentó en una nota de 2006 que al principio “el diario era chiquito y artesanal; se armaba a mano, lo que requería mayor trabajo porque las palabras debían armarse con tipografía, letra por letra”. Explicó que “en un principio se había adquirido un diario que había pertenecido al peronismo, pero que había sido clausurado en la Revolución Libertadora”, cuya imprenta sirvió para esa primera etapa, siendo reemplazada luego por distintas máquinas hasta llegar a las computadoras y equipamientos actuales. “Lo más difícil no fue su fundación, sino el desarrollo del diario, porque trae una constante preocupación si somos o no fieles a nuestros principios y si lo somos también con los lectores”, dijo en aquella ocasión.
Hoy vemos que el nombre del diario incluye un “@” en su logo, e incluso podría leerse como una forma de adaptarse a los nuevos tiempos, cosa que también se nota continuamente en su labor diaria. Pero su larga historia y experiencia de 60 años sigue allí, intacta… Quizás ya no vemos aquel loguito del canillita que tanto lo caracterizó desde diciembre del ´74 hasta octubre del 2011, pero igualmente sigue presente en la memoria de todos, porque los años pasan y algunas cosas cambian, pero la esencia y todo el aporte hecho a la comunidad no se puede borrar.
Por eso, desde aquí, vayan nuestras felicitaciones al diario La Voz y nuestro sincero deseo de que cada mañana siga en la calle acercándonos las noticias en el papel, con ese olorcito a tinta que también lo hace único, y que nunca podremos igualar desde una pantalla…