• Columna del Observatorio Socioambiental Yolanda Ortiz
El ecofeminismo es una corriente de pensamiento y un movimiento social que liga el ecologismo y el feminismo. Con sus raíces en los años ’70, esta cosmovisión es sostenida por las resistencias contemporáneas críticas del modelo de sociedad en el que nos encontramos inmersos: un sistema que atenta contra la reproducción de la vida.
Desde un enfoque sistémico, esta corriente hace hincapié en la idea de que el extractivismo y saqueo de los territorios y bienes comunes -léase, recursos naturales- converge con el extractivismo de los cuerpos de las mujeres porque responden a una misma lógica de dominación. El modelo económico y cultural occidental se ha constituido y se mantiene por medio de la colonización de las mujeres, de los pueblos, de sus tierras, y de la naturaleza». La subordinación de las mujeres a los hombres y la explotación de la naturaleza responden a una misma lógica: la ilusión de separación y control de la naturaleza, el ejercicio del poder patriarcal y el sometimiento de la vida a la exigencia de la acumulación en base de la explotación.
Desde la mirada ecofeminista, la subordinación de los cuerpos y territorios responden a la hegemonía del sistema andro (del género masculino) – antropocentrismo (doctrina que sitúa al ser humano como medida y centro de todas las cosas) que caracteriza al modelo de sociedad occidental. Este enfoque permite visibilizar la interseccionalidad de las problemáticas sociales y traza un modus operandi común: la dominación basada en las relaciones socioeconómicas de la sociedad industrial que ha llevado a la crisis ecológica; y, nos interpela en cómo pensar el avance en la conquista de derechos en una sociedad históricamente devastada en sus territorios y, por ende, fragmentada en su tejido social.
No es casualidad que identifiquemos a la Madre Tierra, Pacha Mama con el género femenino. El ecofeminismo destaca el rol histórico y universal de la mujer en las tareas de cuidado y reproducción social, tanto en el ambito doméstico como en la protección de los bienes comunes y la adopción de prácticas sostenibles. Como contracara al sistema actual, reivindica la lucha por la transición hacia un modelo basado en un nuevo contrato ecosocial, que priorice aspectos como la empatía y la solidaridad entre humanxs y nuestro entorno, en el actual escenario de crisis civilizatoria.
Es por ello que cuestionamos prácticas extractivistas en nuestras comunidades, más aun aquellas que no cuentan con licencia social, y que se llevan a cabo bajo la promesa de desarrollo y la modernización cuando solo terminan dañando nuestros bienes comunes para el beneficio y negocio de unos pocos. Sostenemos que la defensa y cuidado de nuestra tierra es la raíz y base de todas las luchas. ¿Cómo podemos defender y luchar por la igualdad y la sostenibilidad si no lo relacionamos con las consecuencias distributivas resultado la gobernanza sobre los recursos naturales?¿Cómo hacer efectivo el derecho a un ambiente sano si no damos voz a quienes se ven mayormente perjudicades y son muchas veces protagonistas de las luchas? Porque sin justicia ambiental y feminista no hay justicia social.
La deuda es y sigue siendo con nuestros territorios.
Mauge Calbet – Victoria Gobet
Integrantes del Observatorio Socioambiental Yolanda Ortiz
• Fuente: – Poster Cuerpo – Territorio: 10 problemáticas socio ambientales en Argentina y Sudamérica y sus graves consecuencias en la salud de la Fundación Rosa Luxemburgo. Disponible en: https://rosalux-ba.org/2021/03/22/lanzamiento-poster-cuerpo-territorio/
• Para leer más:
– Ecofeminismo de Vandhana Shiva
– Claves Ecofeministas: para rebeldes que aman a la Tierra y los animales de Alicia H. Puleo.