La empresa Aguas Bonaerenses S.A. (ABSA) realizó este viernes una audiencia pública para informar los fundamentos técnicos, económicos, financieros y jurídicos para ajustar la tarifa de agua y cloacas en 94 localidades de la provincia un 45,2% en tres tramos.
La audiencia se realizó en el salón auditorio del Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos bonaerense, donde la compañía estatal elevó el requerimiento para llevar de los $11,10 actuales a $16,12 el valor de los 1.000 litros de agua, cuya medida (1 metro cúbico) es contemplada para la facturación de los servicios de agua y cloacas de localidades del interior.
“La iniciativa busca reducir el déficit estructural que arrastra la prestataria provincial luego de tres años y medio de congelamiento tarifario”, justificó ABSA, y destacó que “la propuesta contempla la implementación de una actualización en tres tramos escalonados (20%, 10% y 10%), que se aplicarán en los períodos determinados por el decreto reglamentario del Poder Ejecutivo provincial”.
En la actualidad, la facturación promedio por los servicios de agua y cloacas prestados por la empresa es de $566,14 más impuestos ($769), y esto significa para una familia tipo un costo diario estimado en $6,40 por integrante. Con el tercer tramo de la actualización aplicado, la facturación promedio será de $822,03 más impuestos ($1.152), y el costo diario por integrante de una familia tipo será de $9,60.
Desde la operadora provincial destacaron que “el impacto final del aumento significará menos de $400 finales para el 93% de los usuarios”. Indicaron además que esta medida busca apaciguar el atraso tarifario que hoy experimenta ABSA, que pone en riesgo la continuidad de la prestación de los servicios esenciales a más de 2.500.000 habitantes del territorio provincial.
Sobre ello, se destacó que “ABSA no percibe subsidios sobre su tarifa”, situación que la destaca del común de las operadoras con participación accionaria mayoritaria del Estado, “sino que recibe aportes de la Provincia para sostener el funcionamiento de los servicios que opera”, y destacó que en medio de esta realidad, la actualización tarifaria apunta a reducir ese esquema de asignación de recursos.
El último ajuste de la tarifa de agua fue bajo la administración de María Eugenia Vidal a principios de 2019 cuando se dio una suba en torno al 38%, una cifra similar al 40% que había sufrido un año antes. En ese sentido, el presidente de la prestadora Roberto Blanco explicó que “debemos reconocer que para evaluar la actividad de la empresa se debe tener presente la variación de los índices y costos debido al incremento de la inflación en los últimos años”.
Durante ese tiempo se produjo un marcado incremento de costos que van desde la dolarización de los insumos y químicos indispensables para la potabilización y tratamiento de efluentes, la energía, salarios, entre otros. “En este sentido, podemos hablar de variaciones de costos superiores al 300%”, puntualizó Blanco.